La princesa Leonor, heredera al trono español, ha dado un paso más en su formación como futura monarca al sumergirse en un entrenamiento especial en la Escuela Militar de Montaña, ubicada en el Pirineo Aragonés. Esta iniciativa forma parte de su instrucción castrense, una faceta crucial para comprender los entresijos de la defensa y seguridad del país que algún día gobernará. Sin embargo, esta afición por las actividades militares y de montaña, compartida con su padre, el Rey Felipe VI, parece no resonar de igual manera con la Reina Letizia.
Mientras Leonor se adentra en estas prácticas en la nieve, en los días previos a la Navidad, surge un matiz de incompatibilidad en los intereses de la familia real. Esta situación desvela la diversidad de gustos y preferencias dentro de la Casa Real, poniendo de relieve las diferentes perspectivas y pasiones que coexisten en el seno de la familia.
3La tradición real en las pistas: destinos favoritos de la familia
En estas escapadas, el Rey Felipe VI ha visitado en ocasiones lugares como Baqueira y Sierra Nevada, destacando por su preferencia por las estaciones de esquí más renombradas del país. Estas salidas, aunque de carácter privado, reflejan la estrecha relación de la familia real con los deportes de invierno.
De hecho, el Rey no solo ha disfrutado de estos destinos él mismo, sino que también ha sido común que acuda a estaciones como Astún y Candanchú. Precisamente en esta última ha estado recientemente la princesa Leonor, mostrando así que esta afición por el esquí es una pasión compartida entre padre e hija.
