La actual ministra de Igualdad, Ana Redondo, está sentando las bases del Partido Socialista en el Ministerio, dejando atrás todas las políticas que implementó Irene Montero durante su mandato en el Ministerio de Igualdad.
Redondo, especialista en Derecho Constitucional, cuenta con una gran experiencia en política municipal y autonómica. Sin duda, un perfil totalmente opuesto al de Irene Montero, más combativo, estridente y divisivo, que provocó las brechas entre el PSOE de Pedro Sánchez y la formación morada, Podemos, de Pablo Iglesias.
La gestión de Montero ha generado tensiones dentro del movimiento feminista, destacándose una brecha generacional entre las históricas del PSOE y las nuevas generaciones representadas por Podemos. Esta división se ha profundizado con la imposición de una revisión del concepto feminista, adoptando un enfoque más radical y estrechamente vinculado al colectivo LGTBI.
LA INCOMODIDAD DE PEDRO SÁNCHEZ CON IRENE MONTERO TERMINÓ CON ANA REDONDO EN IGUALDAD
Durante la precampaña de las elecciones generales del 23 de julio, Pedro Sánchez llegó a comentar que gente de su entorno se había llegado a sentir «incómodos», en su mayoría hombre de entre 40 y 50 años, por algunos de los discursos de la exministra de Igualdad, Irene Montero. Estas declaraciones del presidente del Gobierno evidenció ya en su día la intención del PSOE de dejar atrás la confrontación de Montero.
El ministerio de Igualdad realizó una marcha, mientras que Irene Montero y diversas asociaciones montaron la suya propia
Es por eso que Pedro Sánchez tomó la decisión de volver a un «feminismo integrador», que sería el que estaría impulsando Ana Redondo. Todas sus primeras comparecencias, decisiones y nombramientos por parte de la ministra de Igualdad han girado en torno al objetivo marcado por Sánchez. «El feminismo es transversal», aseguró Redondo en unas de sus últimas comparecencias.
En su primera aparición pública ejerciendo como ministra de Igualdad, durante la manifestación del 25 N por el día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, Ana Redondo apeló a la «unidad» del movimiento feminista, que por segundo año consecutivo se dividió en dos. Es decir, el ministerio de Igualdad realizó una marcha, mientras que Irene Montero y diversas asociaciones montaron la suya propia.
LA PRIMERA LEY DE ANA REDONDO COMO MINISTRA DE IGUALDAD: LA LEY DE PARIDAD
Ana Redondo presentó su primera propuesta legislativa ante el Consejo de Ministros, donde se ratificó la ley de paridad, la cual representa la primera iniciativa de este Gobierno. Dicha ley quedó pendiente durante la legislatura anterior debido al adelanto electoral. Todo indica que Redondo está firmemente comprometida a impulsar una nueva política feminista, caracterizada por un enfoque más colaborativo.
Tras los trágicos asesinatos de cinco mujeres en noviembre, la respuesta de Ana Redondo fue la convocatoria de un comité de crisis, el cual involucra a comunidades y ayuntamientos. Ana Redondo destacó que esta problemática es «una lucha de todas las administraciones». Además, anunció la reunión de la comisión interministerial, algo que no se efectuaba desde 2018, marcando así otra modificación en la gestión de Montero.
Redondo enfatizó la necesidad de la implicación de todos los ministerios en esta cuestión. Sin embargo, no solo se espera la participación de los distintos ministerios, sino también la colaboración de los demás partidos políticos. Este enfoque integral busca abordar la violencia de género desde una perspectiva multisectorial y multipartidista para lograr un cambio efectivo en la situación actual.
ANA REDONDO BUSCA UNIR A TODOS LOS PARTIDOS POLÍTICOS ALGO QUE NO PRETENDIÓ IRENE MONTERO
A pesar de que Ana Redondo mantiene críticas firmes hacia Vox, alineándose con la postura del Gobierno respecto a la vinculación del PP con la ultraderecha, destaca su consideración de la ley de paridad como «una ley de Estado». Esta legislación exige un mínimo del 40% de mujeres en los cargos ejecutivos, órganos constitucionales y consejos de administración de empresas. Redondo aspira a contar con el respaldo de los populares y hace un llamado a las feministas dentro del PP, apelando a la unidad en esta causa.
Su búsqueda de unidad no se limita solo al ámbito político interno, sino que se extiende a todo el espectro político, incluyendo a Podemos y a Alberto Núñez Feijóo. Los recientes nombramientos en la segunda escala del Ministerio de Igualdad refuerzan la apuesta por una vía más conciliadora. El Consejo de Ministros designó a Aina Calvo como secretaria de Estado en Igualdad.
Calvo, con un doctorado en Pedagogía y experiencia como alcaldesa de Palma de Mallorca, presenta un perfil diferente al de su antecesora, Ángela Rodríguez Pam, aunque ambas comparten una base teórica similar. Calvo, proveniente del ámbito académico y de la cooperación al desarrollo, representa un cambio en la gestión de este Ministerio hacia un enfoque más pragmático y menos centrado en el activismo. Este movimiento no está exento de polémicas, pero sugiere una evolución en la estrategia y enfoque del Departamento de Igualdad bajo la dirección de Ana Redondo.
ANA REDONDO IMPULSA EL CARGO DE UNA NUEVA JUEZA EN VIOLENCIA DE GÉNERO
Los restantes nombramientos en el ámbito de Igualdad combinan la experiencia del PSOE con una apuesta por la competencia técnica y, en cierto sentido, continúan la línea previa. En la Dirección General de Igualdad de Trato y no Discriminación y Contra el Racismo, Ana Redondo ha designado a Beatriz Carrillo de los Reyes, exdiputada socialista por Sevilla en la legislatura anterior, que no logró revalidar su cargo en las elecciones del 23 de julio y ahora es recuperada por el PSOE. Carrillo, activista por los derechos de los gitanos, desempeñará un papel similar al que ocupa en la ejecutiva federal socialista. Su experiencia incluye la creación de Fakali, una asociación de mujeres gitanas universitarias, ya que es licenciada en Antropología Social por la Universidad de Sevilla.
Otra elección destacada es la jueza Carmen Martínez Perza, sevillana y profesora de Derecho Constitucional en la Universidad Pablo de Olavide. Es especialista en el sistema y la ejecución de penas, con formación específica en materia de violencia contra las mujeres. Martínez Perza se hizo célebre por su trabajo en los juzgados de Algeciras, donde enfrentó el problema del narcotráfico entre 2017 y 2021. En una entrevista en La Voz del Sur durante ese periodo, destacó los desafíos de ser una mujer jueza, señalando que «la gente tiende a respetarte menos y hay una sobreactuación que a lo mejor un hombre no necesita». Sustituirá a otra jueza, Victoria Rosell, reconocida representante de Podemos en la materia.