Pedro Sánchez normaliza la confrontación, como aseguró que haría si lograba permanecer en La Moncloa. El presidente del Gobierno no da tregua al PP ni en el Día de la Constitución, que celebra este miércoles su 45 aniversario. Los ataques desde la cúpula del Ejecutivo se han centrado en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que cumple un lustro con el mandato prorrogado ante la falta de acuerdos entre PSOE y PP. La reforma para la elección de los miembros del órgano de gobierno de los jueces está encima de la mesa, pero no se realizará hasta el próximo año, siempre y cuando haya consenso entre los dos principales partidos.
Mientras tanto, Pedro Sánchez no frena en el inicio de una de las legislaturas más politizadas que se recuerdan. Las anteriores fueron también con un Gobierno socialista, en concreto, con José Luis Rodríguez Zapatero, artífice del Estatuto de Cataluña, tumbado en 2010 por el Tribunal Constitucional, y una reforma de la Carta Magna para crear una España como «nación de naciones». El melón de los cambios, no obstante, se está comenzando a abrir para poder adaptar los textos al lenguaje actual y también modificar la financiación autonómica con el fin de ofrecer a Cataluña el privilegio del concierto vasco.
Con un lenguaje solemne y contundente, Pedro Sánchez ha instado a acabar con las excusas para renovar a los miembros del CGPJ, un órgano que vigilará con celo las comisiones parlamentarias que acusan a los jueces de prevaricar por perseguir supuestamente a los partidos independentistas catalanes. La acusación se ha denominado con el término anglosajón ‘lawfare’ y fue una exigencia de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras para dar el sí a la investidura del actual presidente del Gobierno.
CINCO AÑOS SIN RENOVACIÓN, PERO EL PSOE DESCARTA LA SOLUCIÓN DE FEIJÓO
El recambio en el CGPJ se iba a realizar en 2018, cuando el PP de Pablo Casado y el PSOE de Pedro Sánchez alcanzaron un acuerdo. No obstante, una vez despojado de todo poder, la nueva cúpula de los ‘populares’ se negó a aceptar estos cambios, mientras ofrecieron una solución alternativa, que fue descartada por el Ejecutivo al no ser de su agrado.
En este día tan señalado para la Democracia, Pedro Sánchez ha reiterado su negativa a la renovación propuesta por el PP para desencallar la situación en el CGPJ. Lejos de tratar de llegar a un consenso o a mostrar una actitud más dialogante, el jefe de filas del puño y la rosa ha instado a Feijóo a renovar a los vocales, pero para ello es necesario el pacto entre las dos fuerzas mayoritarias de la Cámara Baja.
Resulta curioso que Sánchez trate ahora de pactar con los ‘populares‘ cuando hace apenas dos semanas asegurase que sería un «muro» de contención contra la «derecha y la derecha reaccionaria». De hecho, el jefe del Ejecutivo no ha hablado aún con Feijóo, según apuntan fuentes ‘populares’ para abordar este asunto.
PEDRO SÁNCHEZ PIDE ALTURA DE MIRAS TRAS PACTAR CON JUNTS, PNV Y ERC
Lejos de mostrar el lado de la «convivencia», como ha definido Pedro Sánchez a la Constitución, el líder del PSOE ha acusado a Feijóo continuar «bloqueando e incumpliendo» el mandato constitucional. «Antes que la devoción es la obligación», ha instado. En este sentido, ha señalado que tiende la mano a Feijóo para hacerlo antes de cuatro años, una negociación que define como «política de Estado» y «alta política».
Feijóo, por su parte, ha entrado también en el cuerpo a cuerpo al referirse a la «mayor crisis constitucional» desde el inicio de la Democracia tras el «trueque» del PSOE con Junts, ERC, Bildu y PNV, a los que ha concedido la amnistía, un mayor autogobierno, quitas de deuda y traspaso de competencias. Asimismo, estas prebendas son solo el aperitivo para lo que vendrá después. Y es que, la Generalitat busca la cesión y gestión de todos los tributos que se pagan en Cataluña, un hecho que constituiría un desagravio hacia el resto de autonomías.
Ante estos acuerdos, Feijóo ha acusado a Pedro Sánchez de «liderar un movimiento en contra de la Constitución española». Estos acuerdos, además, muestran una grave desigualdad entre españoles. «Hoy no se puede venir a celebrar la Constitución y dentro de seis días en el mismo lugar presentar como primer proyecto de ley de esta legislatura una enmienda a la totalidad de la Constitución española del 78», ha contestado Feijóo, sobre la amnistía.
EL PSOE AUMENTA LA DESIGUALDAD EN ESPAÑA
Asimismo, la respuesta contundente de Fejióo a Sánchez ha continuado acto seguido, al espetar que España se desliza por «una pendiente peligrosísima que es la derogación tácita de la Constitución española». «Hoy lamentablemente tenemos que decir que ya los españoles no somos iguales», ha advertido.
La Constitución, único mediador para la convivencia en España
De hecho, el líder de los ‘populares’ ha hecho referencia a la figura del verificador y mediador utilizada por el PSOE en sus negociaciones con Junts y ERC. Para Feijóo, la Constitución es el «único mediador para la convivencia en España». Así, ha defendido la Carta Magna y mantendrá esta estrategia «cueste lo que cueste».
En este sentido, ha recordado que el PP ha encabezado las manifestaciones contra la amnistía, congregando a más de tres millones de personas en toda España, como una muestra de la movilización constante para evitar que Pedro Sánchez y el PSOE puedan tomar el control de los tres poderes tras negociar con Puigdemont en Suiza el rumbo de España.
FEIJÓO SACUDE A SÁNCHEZ POR NEGOCIAR EN SUIZA
«España y su Gobierno no se pueden decidir en Bruselas y que el control del Ejecutivo no se puede decidir en Suiza», ha argumentado Feijóo para justificar su movilización de las últimas semanas.
Pedro Sánchez, por su parte, ha guardado silencio sobre las desigualdades producidas por los pactos y ha tapado el asunto en aras de la convivencia y el reencuentro, justo el mismo discurso que desencadenó la sonada trifulca entre Míriam Nogueras y Santos Cerdán, líder de Junts en el Congreso y número tres del PSOE, respectivamente, en la primera sesión de la investidura de Pedro Sánchez.
En este sentido, cabe recordar que el propio Cerdán se presentó en el despacho de Nogueras para pedir explicaciones del abrupto discurso de la independentista, pero salió escaldado. Y es que, Junts no acepta que la amnistía sea un perdón, sino una obligación por el trato recibido a pesar de que Puigdemont esté investigado por terrorismo.
