El robo de automóviles constituye una seria inquietud en numerosos países, incluyendo España, y acarrea consecuencias perjudiciales tanto para los dueños como para la sociedad en general. Estos actos delictivos no solo resultan en la pérdida material del vehículo, sino que también provocan trastornos emocionales y, por supuesto, implican consecuencias financieras para aquellos afectados. Además, estos robos pueden tener un impacto en la seguridad pública, ya que algunos vehículos son empleados posteriormente en actividades delictivas.
1LOS LADRONES SON CADA VEZ MÁS LISTOS
Las artimañas para robar coches, así como piezas valiosas como el catalizador, están en constante evolución, aprovechando la tecnología para reducir el tiempo necesario para llevar a cabo estos delitos. Aunque algunas medidas avanzadas de seguridad, como sistemas de rastreo y alarmas, pueden actuar como disuasión y mejorar las posibilidades de recuperación, los ladrones, a pesar de los esfuerzos de los fabricantes por crear vehículos más seguros, continúan ideando nuevas formas de intentar apoderarse de los automóviles.