La COP28, la XXVIII Cumbre del Clima de la ONU, se está celebrando desde este viernes en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), un enclave al que asisten 168 países, aunque este elevado número de participantes no esconde a los grandes ausentes: Estados Unidos y China, los dos países más contaminantes del planeta. Su ausencia pone en duda que todos los esfuerzos que realicen el resto de los países sirvan para mucho, además de que deben de ser los que más contribuyan a combatir el cambio climático que ellos mismos están acelerando con su contaminación.
Llama la atención el lugar elegido para celebrar esta nueva cumbre. No son solo las competiciones de fútbol, ahora también el cambio climático en uno de los países donde los derechos humanos están entredicho, lo que para los principales líderes mundiales (incluidos los europeos) no parece ser una contradicción cuando se trata del cambio climático y las medidas que deben adoptarse para combatirlo.
Este mismo viernes se han podido ver por la impoluta tarima roja de la nueva cumbre climática líderes de todos los continentes. Desde el rey del Reino Unido, Carlos III, pasando por el presidente de Brasil, Lula da Silva, o las principales autoridades de la Unión Europea, una delegación encabezada por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, a la que acompaña el presidente del Consejo, Charles Michel, y el presidente de turno de la UE, Pedro Sánchez, y su vicepresidenta Teresa Ribera.
CARLOS III CRITICA EN LA COP28 LA «INDIFERENCIA» HACIA EL DAÑO ECOLÓGICO
La COP28 fue inaugurada por el monarca británico quien se mostró optimista sobre la acción transformadora de esta cumbre, al tiempo que recordó que ha dedicado gran parte de su vida a advertir sobre las «amenazas existenciales» al que se enfrenta el planea por el calentamiento globlal y la pérdida de biodiversidad: «La Tierra no nos pertenece. Nosotros pertenecemos a la Tierra», mientras critica la «indiferencia» hacia el daño ecológico que se ha hecho. Pero, al mismo tiempo alertó de que «estamos llevando a cabo un vasto y aterrador experimento para cambiar todas las condiciones ecológicas, todas a la vez, a un ritmo que supera con creces la capacidad de la naturaleza para afrontarlas», ha apostillado Carlos III.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a continuación, se refirió al cambio climático como una «enfermedad» que solo los líderes internacionales «pueden curar». En su opinión «no es demasiado tarde» para prevenir el desastre y la humanidad cuenta a su favor con tecnologías para lograr «evitar el peor caos climático» si se actúa ahora. Entre las partes favorables, mencionó las energías renovables, la salud y la economía, destacando que «la energía renovable nunca ha sido más barata»
Más contundente, si cabe, fue Lula da Silva, cuyo país acogerá en 2025 la COP30, para quien «no tenemos dos planetas Tierra» y apeló a la urgencia de hacer con urgencia más progresos para proteger la humanidad. De momento, Brasil ha logrado frenar la deforestación en el Amazonas. Brasil es uno de los seis países con más emisiones de gases de efecto invernadero del mundo.
EUROPA QUIERE LIDERAR LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO
Una de las intervenciones más esperadas fue la de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien pidió «unir fuerzas» frente al cambio climático, ofreciendo como experiencia a la propia Unión Europea con su ayuda a otros socios para poner en marcha la cita climática internacional. Tras asegurar que esta COP28 «puede hacer historia», la presidenta comunitaria anunció una inversión 25 millones de euros del Presupuesto de la UE al nuevo fondo de pérdidas y daños frente a los estragos puesto en marcha en esta cumbre de Dubai. Esta cantidad se sumará a la contribución que hacen varios Estados comunitarios que hasta la fecha alcanza los 245 millones. En el caso de España, Pedro Sánchez (que asistió a la cumbre acompañado por Teresa Ribera) anunció una inversión de 20 millones para el Fondo de pérdidas y daños.
«Si queremos mantener el calentamiento global por debajo del punto de inflexión de 1,5 grados, tenemos que reducir las emisiones globales. Y hay una forma de hacerlo, al tiempo que se fomenta la innovación y el crecimiento. ¡Poner precio al carbono!», ha explicado con convencimiento de que es posible frenar el calentamiento. Este precio empujará al sector privado hacia la innovación.
Von der Leyen propone «¡Poner precio al carbono»
Como ‘deberes’ desde la UE, la presidenta de la Comisión propuso fijar el objetivo de triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética en 2030, un movimiento que la UE lanzó la pasada primavera y al que se han adherido ya 110 países. A ello, agregó que se eliminen progresivamente los combustibles fósiles y reducir las emisiones de metano.
También el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha animado al resto de los países a unirse a la UE para triplicar el uso de renovables y duplicar la eficiencia energética en 2030: «La Unión Europea se ha movilizado y comprometido completamente y queremos seguir desempeñando un papel fundamental la transición del clima y nuestro programa del desarrollo el pacto verde fit for 55 justo». Con este programa, según concretó, se quiere cambiar «radicalmente» su paradigma de desarrollo económico y, de momento, ha reducido un 30% sus emisiones desde 1990 y considera que la mecánica de sumideros de carbono «va a ir por el buen camino».
«Conocemos cuál es nuestra solidaridad. Es una cuestión de responsabilidad y de confianza», pero el presidente del Consejo europeo recuerda que «no hay ningún continente que quede libre frente a la tragedia del cambio climático» y, sin embargo, la ciencia, el conocimiento y la razón llevan a un diagnóstico en el que se saben cuáles son las soluciones a adoptar para mantener el objetivo de limitar el calentamiento global a final de siglo en 1,5ºC.
SÁNCHEZ VUELVE CON EL PERMANENTE PRINCIPIO DE ‘QUIEN CONTAMINA PAGA’
Entre los intervinientes en la Cumbre, el presidente de turno de la UE, y presidente de España, Pedro Sánchez, quien ha apostado por incluir los objetivos climáticos en el centro de las políticas económicas y fiscales, por desarrollar los mercados de carbono robustos, atajar el problema de la deuda, aumentar el espacio fiscal para los países más vulnerables. También ha demandado una nueva fiscalidad internacional que se rija por el principio de quien contamina paga y facilitar entornos «propicios» para fomentar inversiones, innovación y cooperación climática.
Otra de las cuestiones a las que se refirió Sánchez fue que la emergencia climática está causando «estragos» y la comunidad internacional está «lejos» de cumplir los objetivos marcados en París, pero Sánchez ha subrayado que esta COP ofrece una «oportunidad» de adoptar una «nueva agenda climática reforzada, justa y equitativa» marcada por el resultado del balance mundial en las tres agendas climáticas.
«Nuestros avances colectivos demuestran que todavía tenemos una oportunidad de salvar el planeta, pero tenemos que elevar nuestra ambición, nuestro compromiso y lograrlo creo que está al alcance de la humanidad»», ha concluido.