La princesa Leonor se encuentra al final de un año que redefine su papel tanto en lo personal como en lo profesional, bajo la orientación visionaria de la reina Letizia. El 2023 ha sido un periodo transformador para la princesa de Asturias, marcando un antes y un después en su vida. Pero, lejos de ser un punto culminante, este año sirve como preludio para un 2024 que se presenta aún más significativo.
La hija mayor de los reyes Felipe y Letizia ahora sigue una hoja de ruta meticulosamente diseñada, donde cada paso se da con precisión, sin dejar espacio para la improvisación. En este artículo, exploraremos los hitos que han definido el año de Leonor y desentrañaremos los detalles de su intrigante plan para el futuro. ¿Qué desafíos y oportunidades aguardan a la princesa en el horizonte? Descubre más ahora sobre la evolución de la princesa Leonor y su papel como arquitecta del propio destino.
1El umbral de la mayoría: Leonor y su compromiso monárquico bajo la tutela de la reina Letizia
La princesa Leonor cruzó el umbral de la mayoría de edad el 31 de octubre pasado, marcando un hito trascendental tanto en su vida personal como en su papel monárquico. Al cumplir 18 años, no solo asumió las responsabilidades típicas de cualquier joven adulta, sino que también dio un paso crucial hacia su destino real.
En ese significativo día, la princesa de Asturias juró solemnemente la Constitución, un acto que consolida su compromiso con la monarquía. Este juramento la sitúa en una posición única: en caso de que su padre dejara el trono, no dependería de la regencia materna, asumiendo directamente el papel de jefa de Estado.