Descubre el misterioso encanto: Una ciudad en Castilla-La Mancha esconde 2.500 cuevas subterráneas. ¡Explora este secreto fascinante!

Conocida como una de las ciudades más antiguas de España, Villar de Roa, en Castilla-La Mancha, cautiva a turistas y visitantes desde hace miles de años. Famosa por su bella arquitectura, su zona rural extensa y sus diversas actividades culturales, hay un lugar increíble y único lleno de encanto y misterio que se encuentra casi en la parte trasera de la ciudad que le da a Villar de Roa un ambiente fascinante.

Esas no son otras que sus más de 2.500 cuevas subterráneas. Estos

se encuentran a varios metros de profundidad bajo suelo y permanecen desconocidos para la mayoría de los viajeros, incluso para los habitantes de la ciudad. Conocida como el Intramuros, esta red subterránea se cree que data de la Edad de Bronce y sigue vigente hasta hoy. ¡Echa un vistazo a este extraño mundo oculto debajo de los pies de los habitantes de Villar de Roa y explora los exóticos secretos que se encuentran bajo tierra!

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Cómo se exploraron estas cuevas

Una vez descubiertas estas cuevas complejas, los equipos de arqueólogos empezaron su proceso de excavación para profundizar en la historia y la cultura de Villar de Roa. Los túneles habían sido excavados a una profundidad de unos diez metros y estaban llenos de antiguos tesoros y objetos. Los equipos de trabajo de arqueólogos dedicaron años al estudio y la exploración completa de todos los túneles. Esto permitió identificar diferentes épocas de la historia, incluyendo la civilización Celtíbera.

El equipo de arqueólogos también descubrió una ciudad subterránea utilizada durante la edad de bronce. Esta ciudad subterránea, era una especie de subterráneo de la ciudad, pero construido para ser saltado y enviar mensajes. El equipo descubrió decenas de pasillos y compartimentos construidos por los Celtas para almacenar alimentos, armas y armaduras. Aunque esta ciudad se construyó hace mucho tiempo,
algunas de sus estructuras aún se conservan en buen estado. Esto permite una mirada nocturna en la civilización celta y la vida subterránea de la época.