Lunes, seis de la madrugada, suena la alarma. Automáticamente le das al botón de posponer y te quedas en la cama «cinco minutos más». O puede que seas de estas personas que tienen programadas 10 alarmas con intervalos de 5 minutos. Aunque es una costumbre bastante habitual entre los que no tenemos más remedio que madrugar, los expertos coinciden en que posponer la alarma no asegura un mejor descanso. Y todavía hay mucho que desconocemos sobre los efectos reales de esta práctica.
8PERSONAS MATUTINAS O NOCTURNAS
Las personas “aves matutinas”, tienden a ser más activas y alerta en las horas de la mañana. Suelen tener más energía y ser más productivas en ese período. En cambio, las personas aves nocturnas prefieren estar despiertas y activas durante la noche, encontrando su pico de rendimiento en esas horas. Estos patrones están relacionados con la cronotipo de una persona, que es su predisposición genética para ser más activa en ciertos momentos del día. Los búhos suelen experimentar un aumento de energía por la tarde-noche, mientras que las alondras, o personas matutinas, son más activas por la mañana.