Lunes, seis de la madrugada, suena la alarma. Automáticamente le das al botón de posponer y te quedas en la cama «cinco minutos más». O puede que seas de estas personas que tienen programadas 10 alarmas con intervalos de 5 minutos. Aunque es una costumbre bastante habitual entre los que no tenemos más remedio que madrugar, los expertos coinciden en que posponer la alarma no asegura un mejor descanso. Y todavía hay mucho que desconocemos sobre los efectos reales de esta práctica.
5PROBLEMAS DE SUEÑO SUBYACENTES
Según algunos expertos, la cuestión no es únicamente el hecho postergar la alarma para disfrutar de unos minutos adicionales en la cama, sino en los problemas subyacentes de sueño que dificultan levantarnos por la mañana. Para muchos, retrasar la alarma podría indicar problemas importantes con el sueño. La mala calidad del sueño se ha vinculado con diversos trastornos de salud, como hipertensión, problemas de memoria e incluso afectaciones en el control de peso.