La secuencia suele seguir un patrón familiar: nos preparamos para dormir, nos acostamos en la cama e intentamos conciliar el sueño. No obstante, en lugar de encontrar tranquilidad, la mente se agita con pensamientos negativos, a menudo tumultuosos y angustiantes. Amplificamos nuestras preocupaciones, percibimos problemas sin solución, y al fina dormirse resulta casi una tarea imposible.
6EL TRUCO PARA EVITAR PENSAMIENTOS INTRUSIVOS
El truco de para superar estos pensamientos y lograr una rutina de sueño efectiva consta de dos fases: la preocupación emocional y el plan de acción. En la primera etapa, el psiquiatra Aric Prather, experto en sueño, sugiere hacer una lista de los problemas que han surgido durante el día y dedicar aproximadamente 15 minutos a preocuparse por ellos.
Prather aconseja utilizar un temporizador para limitar el tiempo y durante ese periodo expresar por escrito, visualizar o reflexionar sobre todo lo que perturba en relación con esos problemas. Es crucial permitir que fluyan todas las emociones, sin reprimir nada, ya sea rabia, tristeza o dolor.