Aunque la tos no se limita a los meses de otoño e invierno, suele estar vinculada con gripes y resfriados, siendo más común en climas fríos que en el verano. No obstante, es importante reconocer que la tos no solo responde a la presencia de mucosidad; también es la forma del cuerpo de expulsar objetos extraños en la garganta. De hecho, según su origen, se pueden identificar tipos distintos de tos, como la seca, productiva, seca falsa, crónica o psicógena.
En este artículo, nos enfocaremos en cómo aliviar la tos a través de la alimentación, más allá de comprender su naturaleza u origen. La tos es un proceso natural que puede resultar realmente molesto y afectar notablemente a nuestra calidad de vida, al menos durante unos días. Por eso te vamos a mostrar algunos alimentos que pueden ayudar a calmarla, así como aquellos que podrían agravarla y aumentar las secreciones.
8JARABE CASERO DE MIEL Y JENGIBRE
En casa puedes hacer tu propio jarabe para la tos.
Ingredientes:
- 1 taza de miel cruda
- 1 cucharada de jengibre fresco rallado
Procedimiento:
Mezcla la miel cruda con el jengibre rallado en un recipiente resistente al calor. Calienta la mezcla a fuego lento hasta que esté bien combinada pero evitando que llegue a hervir. Deja que la mezcla se enfríe y luego cuélala para retirar el jengibre rallado. Transfiere el jarabe a un frasco limpio y guárdalo en el refrigerador.
Toma una cucharadita de este jarabe casero cuando sea necesario para aliviar la tos. Este jarabe combina las propiedades suavizantes de la miel con las propiedades antiinflamatorias del jengibre, proporcionando un remedio natural para calmar la tos.