viernes, 22 noviembre 2024

Sánchez recupera la eterna promesa del Estado de Palestina para calmar a Sumar

Pedro Sánchez, en su viaje a Israel, ha recuperado la idea de que España reconocerá a Palestina como un Estado soberano, tras su pacto del Gobierno con Sumar. Sin embargo, estas declaraciones no solo podrían comprometer las relaciones entre Israel y nuestro país, sino que supone recuperar una promesa que el Estado español lleva haciendo más de una década, sin haberse llevado a cabo en ninguna de las legislaturas anteriores.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha viajado a Israel para reunirse con el presidente israelí, Isaac Herzog y con el primer ministro, Benjamín Netanyahu. Durante esta jornada, el dirigente español ha querido ser contundente en la posición de España. Aunque haya respetado la vertiente de la Unión Europea de condenar el ataque terrorista de Hamás y de respaldar el derecho de Israel a defenderse, Sánchez ha esgrimido que la respuesta «no puede implicar la muerte de civiles inocentes» en la Franja de Gaza, incluidos miles de niños.

Además, el presidente del Gobierno ha comunicado de manera oficial a los líderes israelíes la viabilidad de reconocimiento del Estado de Palestina. En su opinión, «esta es la mejor vía para derrotar el terrorismo» y para garantizar la seguridad a largo plazo de Israel, así como que la Autoridad Palestina es quien debería «asumir la responsabilidad» sobre Gaza, una vez cesen las hostilidades, con el acompañamiento de la comunidad internacional. Sin embargo, Pedro Sánchez no ha hecho ningún movimiento que no hayan hecho sus antecesores de La Moncloa.

MÁS DE 10 AÑOS PROMETIENDO A PALESTINA

El reconocimiento del Estado de Palestina por parte de España ha pasado por las palabras de diferentes presidentes del Gobierno, sin llegar a consolidarse. Desde que Felipe González reconoció el Estado de Israel el 1 de enero de 1986, la posición de nuestro país respecto al territorio palestino comenzó considerando que se debía reconocer y garantizar los legítimos derechos y aspiraciones de este pueblo, singularmente el de autodeterminación.

Rajoy apoyó la concesión a Palestina del estatuto de ‘estado observador de Naciones Unidas’

Posteriormente, las diferentes formaciones políticas de España han ido defendiendo a lo largo de los años el reconocimiento de los dos Estados como la solución del conflicto. De hecho, desde 2010, con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente, la Representación de Palestina en España tiene rango diplomático.

Posteriormente, durante el primer Ejecutivo de Mariano Rajoy, España apoyó la concesión a Palestina del estatuto de ‘estado observador de Naciones Unidas’ y en 2014 el Congreso de los Diputados aprobó casi por unanimidad (solo dos noes y una abstención) una resolución que instaba al Gobierno a reconocer a Palestina. Sin embargo, ese reconocimiento nunca se llevo a cabo.

Con la llegada del PSOE a La Moncloa en 2018, Pedro Sánchez eligió a Josep Borrell como encargado de la diplomacia española, quien puso un tiempo límite a la Unión Europea para encontrar una posición común frente a la situación Palestina, alertando de que sino España tomaría su propia decisión de manera independiente. Pero tampoco se consolidó el reconocimiento del Estado de Palestina, algo que actualmente los socios de Sánchez, Sumar, han vuelto a poner sobre la mesa.

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HANDOUT – 23 November 2023, Israel, Jerusalem: Israeli President Isaac Herzog meets with Prime Minister Pedro Sanchez of Spain, and Prime Minister Alexander De Croo of Belgium at the Israeli President’s Residence in Jerusalem. Photo: Amos Ben-Gershom/GPO/dpa – ATTENTION: editorial use only and only if the credit mentioned above is referenced in full 23/11/2023 ONLY FOR USE IN SPAIN

UNA ESPAÑA ALINEADA CON EUROPA

España no ha llegado nunca a dar el paso definitivo, pero con la reactivación del conflicto el pasado octubre, los partidos políticos han buscado alinear sus declaraciones con las de la Unión Europea, donde tienen la difícil posición de no dañar su relación con su socio comercial, Israel, mientras intentan defender la superioridad legislativa del derecho internacional.

En este sentido, la mayoría de los partidos políticos españoles están a favor del reconocimiento del Estado palestino, pero siempre abogando por la solución histórica de los dos estados, algo que también defiende la Unión Europea.

Este es el caso del Partido Popular, quien ha comunicado a Moncloa.com que «el reconocimiento del Estado Palestino y la solución de los dos estados, tal y como defiende Sánchez, ya está recogido en una resolución del Congreso de la época del Gobierno del PP», pero abogan por que «las decisiones que se adopten no deberían ser unilaterales, sino estar coordinadas con el resto de los socios de la UE».

Por el contrario, Sumar no quiere esperar a una decisión comunitaria. Yolanda Díaz, líder de esta coalición de partidos y vicepresidenta segunda de España, ha llegado a imputar supuestos delitos de guerra a Israel; su formación ha pedido la ruptura de relaciones entre España y el país israelí y el reconocimiento inmediato del Estado de Palestina.

RECONOCER A PALESTINA: DECISIÓN DE SÁNCHEZ

Por mucho que exista en España un consenso político mayoritario a favor del reconocimiento de Palestina como Estado, Pedro Sánchez no necesita de ningún partido para tomar la decisión. Y es que no existe ninguna Ley nacional que regule el método para reconocer estados o gobiernos, sino que estas decisiones se desprenden del Derecho Internacional, donde se estipula que el reconocimiento de un Estado por parte de otro país es un acto soberano y discrecional.

Aunque esta decisión sí se toma en función de consideraciones políticas, diplomáticas y legales, se trata de una prerrogativa del gobierno central y se rige principalmente por la política exterior del país. Por tanto, Pedro Sánchez podría tomar esta decisión sin consultar al Parlamento. Sin embargo, esto pasa por su efecto en las relaciones con Israel, lo que le vuelve a poner en la misma posición en la que estuvieron sus antecesores, quienes aprobaban el reconocimiento de Palestina como Estado de palabra, pero no sobre el papel oficial.