Carlos Mazón, el presidente de la Comunidad Valenciana y del PP de Valencia (PPCV) acaba de escenificar su primera discrepancia seria con Vox en la Comunidad Valenciana. Hasta ahora, el primer acuerdo de gobernabilidad de PP y Vox tras las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28M había dejado una imagen de sintonía. Pero este miércoles en el parlamento de Les Corts la sensación de entendimiento ha sufrido su primer traspiés. La culpa la ha tenido la condonación de la deuda que el Gobierno se ha comprometido a realizar a todas las comunidades, tras su acuerdo con ERC.
El motivo de la fricción surgió en la Comisión de Economía y Hacienda del parlamento valenciano cuando el PP regional llevó al parlamento una iniciativa para que el consejero de Economía de la comunidad pidiera a María Jesús Montero que aborde la deuda histórica de la Comunitat así como establecer el sistema para la devolución de las cantidades asumidas por la región. Vox no estaba de acuerdo con esta propuesta y presentó una enmienda para eliminar esta petición.
Lo único que aceptaba Vox era que diera una respuesta del sistema de financiación autonómico y, sobre todo, que en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) se recoja una transferencia de 1.336 millones de euros del fondo de nivelación a fin de compensar la infrafinanciación derivada del nuevo sistema de financiación de 2021.
EL PP TAMBIÉN PROPONE QUE EL NUEVO MODELO DE FINANCIACIÓN AUTONÓMICA ASUMA LOS COSTES BÁSICOS EN EDUCACIÓN, SANIDAD Y POLÍTICAS SOCIALES DE LAS COMUNIDADES
También estaba dispuesto a asumir la parte de la propuesta del PP para que el nuevo modelo debe asumir los costes básicos de las autonomías en materia de educación, sanidad y políticas sociales, «rompiendo el status quo actual», y teniendo como premisa la población ajustada (11,06%). Para ello se requería también un informe de expertos.
La enmienda de Vox fue rechaza por el PP y, en contra, aceptó una de Compromís en la que proponía solicitar la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera en el primer trimestre de 2024, dando tiempo al Gobierno central para que presente su propuesta de reforma del modelo de financiación. A ello sumaban los diputados de Compromís que se acordara para poner en marcha un fondo de nivelación transitorio con el subsanar el perjuicio generado por el actual sistema, así como mecanismos para garantizar que las inversiones dependientes de los Presupuestos Generales del Estado se elaboren en proporción del peso de la población de cada comunidad autónoma.
El documento que finalmente fue votado incorporaba la enmienda de Compromís y dejaba fuera la propuesta de Vox para retirar la petición de la deuda histórica. De esta forma, el PP sacó su iniciativa con el apoyo de Compromís y de los diputados del PSOE valenciano (PSPV). Los diputados regionales de Vox decidieron abstenerse en la votación. La explicación tras la votación es que Vox cree que la condonación de la deuda podría esconder una subida de impuestos.
LA CONSIGA DE ABASCAL PARA SUS DIRIGENTES AUTONÓMICOS ES RECHAZAR LA «PREBENDA DE LA CONDONACIÓN DEL 20% DE LA DEUDA
La postura de Vox en la Comunidad Valenciana sobre la condonación de la deuda es que la propuesta por su líder, Santiago Abascal, que ha encomendado a sus representantes regionales en las comunidades donde cogobierna con el PP que rechacen la «prebenda» pactada por el PSOE con ERC de aplicar una quita del 20% a la deuda contraída por el Estado de Cataluña, y por extensión al resto de las comunidades, cuyo origen se encuentra en la crisis de 2008. Abascal fue muy claro en su mandato a sus representantes regionales: «Vamos a pedir en los parlamentos regionales que se denuncie a quienes pretenden negociar con la igualdad de los españoles».
Desde la Comunidad valenciana, los diputados regionales de Vox quieren dejar claro que esta discrepancia no va a ser la primera ni la última que se produzca en los cuatro años de legislatura. José María Llanos, portavoz adjunto de Vox lo ha dicho: «Si en cuatro años hay más diferencias no se sorprendan».
Aunque también hay que encontrar una doble lectura en este posicionamiento. Abascal de alguna manera tiene que mostrar tanto a nivel nacional como de comunidades y de ayuntamientos que PP y Vox «no somos lo mismo», y lo que se ha hecho acuerdo por acuerdo -según ha explicado Llanos- es que «tenemos un acuerdo de mínimos, un acuerdo de caballeros, o de señoras… en el que hay unos puntos en los que nos hemos puesto de acuerdo y habrá otros en los que no lo estemos».
Tampoco desde el PP valenciano se quiere dar una imagen de confrontación restando importancia a la abstención de Vox a su propuesta. Su portavoz, Miguel Barrachina, ha asegurado que «no es una tragedia que los socios discrepen» dado que se trata de «un único gobierno con dos partidos que representan sensibilidades distintas». En todo caso, descartó que vaya a haber discrepancias de gran calado como en la anterior legislatura con el Gobierno de Ximo Puig.
Antes de la discrepancia sobre la condonación de la deuda, también se produjo un desencuentro para renovar el pacto contra la violencia de género, que contó con el apoyo de todos los partidos de la cámara regional menos el de Vox. El PP, otra vez, tuvo que pactar con los diputados socialistas y de Compromís.