Los trucos que debes tener en cuenta para ahorrar un buen puñado de euros en calefacción

En la actualidad, el gas ocupa un lugar destacado entre los suministros energéticos más empleados en nuestro país. Ya sea gas natural o gas licuado, ambos son opciones energéticas versátiles que satisfacen las demandas de calefacción, agua caliente y cocina. Gracias a su naturaleza multifuncional y alto poder calorífico, muchas personas lo eligen como su principal fuente de energía, especialmente durante los meses más fríos, convirtiéndolo en un aliado clave para mantener una temperatura confortable en el hogar.

5
NO CUBRAS LOS RADIADORES

Aunque sea común en la rutina diaria, cubrir los radiadores con ropa húmeda para secarla o con el objetivo de calentar prendas es un error que puede incrementar significativamente tu factura de gas. Al cubrir los radiadores con prendas u otros objetos como muebles o elementos decorativos, estás creando una barrera térmica, lo que obliga a los radiadores a esforzarse más para calentar el aire de la casa. Además, este hábito puede aumentar la humedad en el interior de la vivienda, lo que puede favorecer la formación de moho y ácaros, así como afectar la calidad del aire. El exceso de humedad puede dañar la infraestructura de la casa a largo plazo.