En la actualidad, el gas ocupa un lugar destacado entre los suministros energéticos más empleados en nuestro país. Ya sea gas natural o gas licuado, ambos son opciones energéticas versátiles que satisfacen las demandas de calefacción, agua caliente y cocina. Gracias a su naturaleza multifuncional y alto poder calorífico, muchas personas lo eligen como su principal fuente de energía, especialmente durante los meses más fríos, convirtiéndolo en un aliado clave para mantener una temperatura confortable en el hogar.
2PURGA LOS RADIADORES
Para optimizar el rendimiento y ahorrar energía con tu sistema de calefacción a gas, es esencial purgar el aire acumulado en los radiadores de forma regular. Realizar esta tarea al menos una vez al año previene la acumulación de pequeñas burbujas de aire que podrían obstaculizar la circulación del calor. La presencia de estas burbujas puede prolongar el tiempo necesario para alcanzar la temperatura deseada, por lo que purgar los radiadores es crucial. Además, mantener una limpieza adecuada de los equipos es fundamental, ya que la suciedad también puede crear una barrera térmica.