Alejandro Fernández vuelve a mostrar sus dotes de oratoria para frenar los impulsos en Génova 13, pero esta vez rompe todos los moldes del relato de la ‘sociovergencia’, liderada ahora por Artur Mas y Salvador Illa, y propagado por los politólogos de la antigua CiU, desde Junts e incluso desde la órbita del PSC.
Nacionalistas, independentistas y socialistas catalanes, así como alguna parte del PNV, afirman que el PP se vería beneficiado con la amnistía a Carles Puigdemont, líder de Junts e investigado por terrorismo, porque después sería más fácil pactar cuando toque un cambio de turno en el Gobierno. En esta línea hay también partidarios de Génova 13, como Esteban González Pons, quien considera fructífero poder sentarse a hablar con Junts y el PNV para mantener algún puente intacto de cara al futuro.
El argumento principal se sostiene cuando se observa desde un punto de vista perdedor, sin aspiración a poder ganar en Cataluña. No obstante, Alejandro Fernández muestra una visión muy distinta. El líder de los ‘populares’ catalanes considera esta estrategia un «error», según ha destacado en una entrevista en El Mundo. Así, ha evitado citar a medios, organizaciones y editoriales que tratan de presionar al PPC para aceptar la amnistía, el borrado de todo el ‘procés’ y pasar página. Pero Fernández se niega a ello y va más allá al considerar que se está llevando a cabo el mismo desafío, pero a nivel de toda España.
ALEJANDRO FERNÁNDEZ AVISA DE UN ‘PROCÉS’ EN ESPAÑA LIDERADO POR EL PSOE
Un ‘procés’ liderado ahora por el PSOE de Pedro Sánchez y que pretende incluso mandar en empresas privadas para iniciar su vuelta a Cataluña. Ninguna de las grandes corporaciones cotizadas está por la labor de regresar a su tierra natal, más cuando la inseguridad jurídica está cada vez más presente.
Y es que, ni Junts ni ERC han aparcado el referéndum de independencia, motivo por el que miles de ciudadanos pusieron a buen recaudo sus ahorros, un movimiento que obligó a las empresas a hacer la mudanza, especialmente bancos, energéticas y mercaderías. En total, más de 7.000 empresas de toda índole se marcharon de Cataluña por la preocupación de sus propios clientes. La ley de amnistía no borra estas consecuencias y los clientes continuarán buscando su propia protección en caso de que les obliguen a volver. «No hay aliciente para volver», señalan las fuentes consultadas.
Tratar de convencer a Alejandro Fernández en este «error», en el que se vende la amnistía como un beneficio para el PP para guardar las relaciones con los partidos separatistas y nacionalistas, es una misión imposible. A su juicio, retiene al PPC en la oposición, le impide crecer y restringe la alternancia política. La gran pregunta es si el PPC puede gobernar en Cataluña en solitario. Por el momento, los ‘populares’ han superado en votos a ERC y Junts por separado en las pasadas elecciones generales; en las municipales, reconquistaron bastiones y el PSC, primera fuerza, no ha logrado gobernar con la misma fuerza que hace apenas 15 años.
EL PSC, EL APOYO IMPRESCINDIBLE DE ERC Y JUNTS
Los socialistas se han nutrido del voto indeciso de Ciudadanos, como también de buena parte del granero independentista, pero con la amnistía ya no se engaña a nadie. Salvador Illa renegó de la medida poco antes de los comicios del 23J, luego la ha aceptado esperando que su granero de votos constitucionalista se mantenga. Pero pueden cambiar las tornas en 2024 si Pere Aragonès adelanta las elecciones autonómicas ante el rejón recibido hace apenas cinco meses.
Fernández entiende la nostalgia noventera de algunos dirigentes en Génova 13, en referencia a los pactos de antaño entre PP y CiU, pero la situación es muy distinta a la de antes, en 2012, cuando la «geometría variable» era la tónica. El PP necesitaba a CiU en el Congreso y los nacionalistas pedían el apoyo en el Parlament. Fue el propio Artur Mas quien rompió estos acuerdos para abrazarse a ERC y la CUP, con el beneplácito de empresarios y medios de comunicación. Tan solo dos años después, Artur Mas convocó la consulta ilegal del 9-N.
LA REINTERPRETACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN, CLAVE PARA EL PSOE
Pero el inicio de todo fue el intento de subvertir el orden Constitución con un Estatuto de Autonomía completamente inconstitucional, una reforma encabezada por el PSC de Pasqual Maragall y José Montilla. La sentencia del TC fue tan devastadora que aún hoy se incumple y prosigue el atropello a los derechos de las familias que también quieren el español para sus hijos en las escuelas públicas catalanas. Un derecho al que se niega el PSC de Salvador Illa. Aún más grave es que el PSOE haya pactado una vuelta al Estatuto de 2006, que incumple numerosos artículos de la Constitución.
De hecho, el propio PSOE trata de realizar una reforma de la Carta Magna por la puerta de atrás de forma torticera, como una «reinterpretación» de cada uno de los artículos. Todo para encajar con calzador el mismo articulado que fue tumbado por el propio TC.
Asimismo, Fernández distingue entre Junts de Carles Puigdemont y la Convergència de Artur Mas. «No tienen nada que ver. Convergència no va a volver. No podemos ser ingenuos», afirma.
EL SILENCIO DE LOS EMPRESARIOS CATALANES
En este sentido, cree que Génova 13 debe hablar con las asociaciones empresariales catalanas con otra interlocución. En este sentido, ha recordado que todas ellas, Cercle d’Economia, Foment y Pimec, se han mostrado a favor de la amnistía, como también lo hicieron con los indultos. y las consultas ilegales. Algunos de estos respaldos a las medidas favorables a los independentistas se propagaron con grandes actos y aplausos.
las patronales DEBEN perder el miedo a Pedro Sánchez, porque luego cuando vienen mal dadas las cosas son todo prisas
Tras el 1-O, estas mismas organizaciones pusieron el grito en el cielo. «Les faltó tiempo para salir de Cataluña cuando vieron que las cosas se ponían negras», apunta. Una muestra más del silencio y el servilismo al poder político. Cabe recordar que los empresarios perdieron poder durante el ‘procés’, como ocurrió con la Cámara de Comercio de Barcelona. «Yo pediría a los empresarios catalanes que digan en público lo que nos dicen en privado», ha pedido Fernández.
Asimismo, ha instado a las patronales a perder el miedo a Pedro Sánchez, «porque luego cuando vienen mal dadas las cosas son todo prisas». Y es que, el escenario actual recuerda y mucho a los meses previos al referéndum ilegal del 1-O, «pero ahora aplicada a toda España y con los socialistas liderándola».
Si aceptas la idea de que no hay alternativa y de que todos tenemos que ser iguales que el PSC, al final la gente lo que hace es ir con el original y vota PSC
El líder del PPC recuerda el infame Pacto del Tinell de 2006 a Josep Piqué, presidente de los ‘populares’ catalanes. Fue la primera víctima de ese cordón sanitario propiciado por los socialistas. Piqué era conocido por su moderación y catalanidad, por lo que no había motivo alguno de peso para aislarle de la vida política. Los socialistas pactaron con todos los grupos independentistas impedir cualquier gobierno ‘popular’ en Cataluña, un acuerdo que sigue vigente a día de hoy, como se ha comprobado en Badalona. Pero a la ciudadanía no se la puede engañar todo el tiempo y finalmente, el PPC ha obtenido la victoria con mayoría absoluta.
ALEJANDRO FERNÁNDEZ DENUNCIA LOS PACTOS DEL TINELL Y EL OBJETIVO REAL DEL PSOE
«No olvidemos que el objetivo real de todo lo que hacen es evitar la alternancia política en España», ha sostenido Fernández, consciente de la desmovilización «por desencanto», pero trabaja para volver a ilusionar ofreciendo una alternativa al nacionalismo, que pasa por el fortalecimiento del Estado en Cataluña, una mayor presencia, para proteger sus derechos y el fortalecimiento del constitucionalismo como movimiento político.
«Si aceptas la idea de que no hay alternativa y de que todos tenemos que ser iguales que el PSC, al final la gente lo que hace es ir con el original y vota PSC», ha desgranado.
En cuanto a las decisiones en el Ayuntamiento de Barcelona solo había dos opciones: o Xavier Trias o Jaume Collboni. Una elección entre dos posibilidades malas, pero una peor que otra, ya que era poner el Ayuntamiento de Barcelona al servicio de Carles Puigdemont. «Mientras siga en marcha el procés español liderado por el PSOE, sostengo que el PP no puede colaborar con partidos como Junts y ERC», ha destacado.