En la era moderna, una sombra silenciosa acecha tras la creciente epidemia de obesidad y diabetes, especialmente entre la población juvenil. El fenómeno alarmante de adolescentes con diabetes tipo 2, una realidad impensable en épocas pasadas, revela la presencia de una amenaza insidiosa: la diabesidad. Este término, que fusiona diabetes y obesidad, se ha convertido en un indicador preocupante de la salud en la juventud actual. Comprender la naturaleza de esta enfermedad y su intrincada conexión con ambas condiciones es esencial para tomar medidas preventivas.
La diabesidad no es simplemente una consecuencia inevitable del estilo de vida actual, sino un llamado de alerta sobre la necesidad de modificar nuestros hábitos. Desde la alimentación hasta la falta de actividad física, nuestros comportamientos cotidianos desempeñan un papel crucial en el surgimiento de esta preocupante realidad. Javier Escalada, director del Departamento de Endocrinología de la Clínica Universidad de Navarra, subraya que, además de los hábitos, factores genéticos también pueden desencadenar esta peligrosa combinación.
4Obesidades ocultas: Más allá del índice de masa corporal

El especialista de la Clínica Universidad de Navarra advierte que no es raro descubrir obesidades ocultas detrás de un diagnóstico de sobrepeso, e incluso de normopeso. Estas se definen realmente por un exceso de grasa corporal que el índice de masa corporal no detecta. Irene Bretón, presidenta de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), subraya que la obesidad es una enfermedad que a menudo no se reconoce en su totalidad, ni por las administraciones ni por la ciudadanía.
Desde su perspectiva, la obesidad no se percibe como una enfermedad devastadora que aumenta el riesgo de mortalidad y da lugar a múltiples complicaciones, además de un evidente deterioro en la calidad de vida. «Hay estudios que observan que las personas con formas graves de obesidad pueden perder entre 10 y 12 años de vida», afirma. La necesidad de una comprensión más profunda y un abordaje integral se vuelve crucial para enfrentar este desafío de salud pública.