En la era moderna, una sombra silenciosa acecha tras la creciente epidemia de obesidad y diabetes, especialmente entre la población juvenil. El fenómeno alarmante de adolescentes con diabetes tipo 2, una realidad impensable en épocas pasadas, revela la presencia de una amenaza insidiosa: la diabesidad. Este término, que fusiona diabetes y obesidad, se ha convertido en un indicador preocupante de la salud en la juventud actual. Comprender la naturaleza de esta enfermedad y su intrincada conexión con ambas condiciones es esencial para tomar medidas preventivas.
La diabesidad no es simplemente una consecuencia inevitable del estilo de vida actual, sino un llamado de alerta sobre la necesidad de modificar nuestros hábitos. Desde la alimentación hasta la falta de actividad física, nuestros comportamientos cotidianos desempeñan un papel crucial en el surgimiento de esta preocupante realidad. Javier Escalada, director del Departamento de Endocrinología de la Clínica Universidad de Navarra, subraya que, además de los hábitos, factores genéticos también pueden desencadenar esta peligrosa combinación.
2Riesgos entrelazados de enfermedades crónicas

La obesidad no solo lleva consigo el peso físico, sino también una carga invisible de riesgos para la salud. El síndrome de apneas del sueño, patologías articulares, litiasis biliar y diversos tipos de cáncer son algunas de las amenazas que se amplifican con el aumento de peso. Sin embargo, la verdadera alarma suena cuando la obesidad se entrelaza con la diabetes, dando lugar a la diabesidad.
Javier Escalada, endocrinólogo de la Clínica Universidad de Navarra, advierte que esta combinación no solo aumenta el riesgo de dolencias cardiovasculares, sino que también abre las puertas a una nueva epidemia: la enfermedad hepática grasa no alcohólica. Descubramos cómo estas dos condiciones se amalgaman para formar un panorama de salud complejo y las estrategias para prevenir sus consecuencias.