Con la llegada del invierno, los abrigos se erigen como fieles escuderos contra las implacables bajas temperaturas. Sin embargo, la transición de la calle al automóvil podría desencadenar más que la simple necesidad de combatir el frío. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto bajo su lupa y podría caerte una multa por un hábito aparentemente inofensivo pero sorprendentemente común: conducir con el abrigo puesto.
Aunque pueda sonar como una excentricidad normativa, la DGT ha lanzado una advertencia clara sobre los riesgos asociados con esta práctica. El vaivén de las temperaturas invernales nos induce a mantener nuestros abrigos puestos incluso al abordar el vehículo, ya sea en desplazamientos cortos o tras dejar el automóvil al aire libre. A pesar de su aparente inocencia, la DGT desaconseja esta costumbre y, en circunstancias específicas, podría desplegar multas inesperadas.
Te invitamos a un viaje fascinante por las intrincadas sendas de las normas de tráfico menos conocidas, donde la moda invernal se encuentra con la rigidez de la ley. Un recordatorio de que, incluso en la estación más fría, el camino hacia la seguridad vial a menudo se teje entre capas de reglamentación.
3Abrigo al volante: La multa que puede helar tu bolsillo
La comodidad de conducir con el abrigo puesto puede salir cara. Si un agente de tráfico determina que tu abrigo obstaculiza el movimiento y el manejo del vehículo, podrías enfrentarte a una multa considerable. De acuerdo con la normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT), llevar el abrigo de manera que comprometa la seguridad al volante puede considerarse una infracción grave por conducción negligente.
La sanción económica por este hábito invernal puede ascender hasta los 200 euros, recordándonos que la seguridad vial está en nuestras manos. Así que, la próxima vez que te pongas al volante, asegúrate de abrocharte bien el cinturón y de que tu abrigo no se convierta en un obstáculo en la carretera. Con el invierno, la moda y la seguridad no tienen por qué estar reñidas.