En el escenario de la música, donde las melodías fluyen como historias entrelazadas, la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha sido atrapada en una sinfonía discordante de escándalo y desgracia. El último capítulo de este drama legal se despliega en la Audiencia Provincial de Zaragoza, donde la SGAE enfrenta una condena que resuena como una nota desafinada en su reputación. El protagonista de esta historia es Javier Gacías Mateo, el talentoso autor del himno religioso inmortalizado en los corazones de muchos: ‘Dios está aquí’.
La sentencia, un rugido judicial que resuena en los pasillos, obliga a la SGAE a pagar una indemnización de 10.092 euros por su «incumplimiento contractual» en la defensa de los derechos de autor de esta pieza celestial. El escenario ha cambiado, y ahora la SGAE, acostumbrada a ser la cazadora de infracciones, se encuentra siendo cazada por su propia falta de armonía legal. ¿Cómo se desenvolverá este nuevo acto en el melodrama de la SGAE? ¡Prepárense para descubrir el bochorno tras bambalinas!.
8Persistente búsqueda de justicia: Gacías recurre al Supremo
En una persistente búsqueda de justicia, la defensa de Javier Gacías Mateo ha confirmado la presentación de un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Argumentan que la Audiencia utilizó «parámetros arbitrarios e ilógicos» al establecer la cuantía de la indemnización, pese a haber presentado «pruebas de explotación» de la obra con criterios contrastables utilizando las tarifas de la SGAE.
La abogada Mónica Sevil recalca la falta de sentido en la cuantificación y denuncia que, tras la sentencia, la SGAE no ha corregido registros ilegítimos ni ha ajustado pagos indebidos a terceros en todo el mundo por los derechos de la obra de Gacías. Con firmeza, Sevil concluye que la SGAE no ha actuado para regularizar la situación en favor de su representado.