viernes, 22 noviembre 2024

Preocupación en el PSOE en su semana decisiva tras la masiva respuesta de Feijóo contra la amnistía

El PSOE no ha calibrado los riesgos de los pactos con ERC y Junts. Toda la energía del partido que sostiene al Gobierno en funciones de Pedro Sánchez se ha centrado en arrancar acuerdos con las formaciones nacionalistas vascas, gallegas y catalanas, sumando a última hora el apoyo de Coalición Canaria, que ha entregado el mismo documento que al PP de Alberto Núñez Feijóo.

El PSOE prepara esta semana con la tramitación de la ley de amnistía y la sesión de investidura de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, centro también de las protestas y la encendida reacción de los españoles contra la venta troceada de España.

Los socialistas no han medido la aireada reacción de una medida que se supone favorable a la «convivencia» y al «reencuentro», pero el relato lejos de calar ha encendido aún más los ánimos. La misma ley de amnistía a los líderes del ‘procés‘ desde el año 2013 en adelante es un borrado de todo el órdago urdido por los separatistas, quienes han contado con el inestimable apoyo del PSC. El doble perfil de los socialistas catalanes, su equidistancia y tibieza, cuando no complicidad, ha dado como resultado un nacionalismo con menos votos, pero más fuerte que nunca, debido a la necesidad de Pedro Sánchez para mantener La Moncloa a toda costa.

La amnistía no es más que una parte de la negociación, donde está en juego la separación de poderes entre el legislativo y el judicial. En el pacto con Junts, por más que reniegue ahora Santos Cerdán, se firmó la revisión de sentencias judiciales en comisiones de investigación e incluso se estudiarán casos de terrorismo y corrupción, denominados ‘lawfare’, como los de Laura Borràs, Gonzalo Boye, Josep Lluís Allay e incluso el propio Puigdemont, aun prófugo de la Justicia.

EL PSOE ACEPTA EL ‘LAWFARE’ ENTRARÁ EN EL CONGRESO

El PSOE y su compraventa de España ha despertado a una España dormida, silenciosa y poco ruidosa. Un elemento que no estaba en los planes de la cúpula de Ferraz. La reacción en la calle, con «órdenes políticas» a los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) para disolver protestas con gases lacrimógenos desde el segundo día de manifestación, «continuará de forma permanente», según han asegurado líderes políticos, todos ellos ajenos al PP.

Los ‘populares’ han mostrado un músculo sin precedentes en Madrid y otras 51 ciudades españolas, desbordando las previsiones y mostrando que puede unificar a decenas de miles de personas en poco tiempo. Una capacidad de movilización que parecía desaparecida, y por la que quizá Ferraz no haya calibrado los pasos dados hasta ahora.

El riesgo del PSOE no se centra ahora en sus sedes, atacadas con duras pintadas -«Traidores», «Pedro Sánchez, hijo de…»; también con agresiones físicas a algunos alcaldes, de momento se conocen tres. El PSC pide ahora condenas «explícitas» por los ataques recibidos en sus sedes y en las del PSOE, mientras los propios socialistas catalanes se negaron a hacerlo cuando la víctima de esos actos vandálicos fue Vox durante las elecciones autonómicas de febrero de 2021, cuando militantes y políticos después electos tuvieron que darse a la fuga por las calles de Vic. Los socialistas se limitaron a condenar «todos los actos violentos» hace dos años.

Las Delegaciones de Gobierno de las distintas autonomías han tratado de minimizar la asistencia a las masivas manifestaciones del PP, encabezadas por Alberto Núñez Feijóo en Madrid. Los ‘populares’ continúan renegando de las protestas en Ferraz, pese a que numerosos votantes suyos acuden de forma pacífica a las inmediaciones de la sede del PSOE.

EL PSOE AFRONTA LA PRESIÓN EN LAS CALLES Y EN LAS INSTITUCIONES

Solo unos cuantos ‘narconazis’ son suficientes para poner en guardia a los experimentados agentes de la UIP, que actúan bajo las órdenes de Manuel Martín, delegado del Gobierno en Madrid. Los sindicatos policiales denuncian este tipo de órdenes, que han pasado de lanzar gases lacrimógenos a «aguantar la posición», como si de muñecos de trapo se tratara ante una jauría que no tiene piedad a la hora de lanzar piedras, botellas o varas de hierro, entre otros objetos. Quienes van a provocar el follón tienen órdenes, a su vez, muy estrictas. Colocarse en la primera línea y zarandear la valla, una línea roja ante un operativo policial de antidisturbios.

El PP de Feijóo llena Madrid con una masiva manifestación contra la amnistía del PSOE a ERC y Junts
El PP de Feijóo llena Madrid con una masiva manifestación contra la amnistía del PSOE a ERC y Junts

Con todo, el PSOE seguirá recibiendo la presión en las calles, incluso cuando se conozca el texto de la amnistía. La preocupación de los denominados ‘españoles de bien‘ es máxima, así como la de jueces, fiscales y abogados, excluyendo al Fiscal General del Estado y al Colegio de Abogados de Barcelona, que aún no se han pronunciado.

Con la situación desbordada, el PSOE tendrá que dar sus pasos decisivos para obtener de nuevo el altavoz del Consejo de Ministros, el único que le queda a los socialistas tras la pérdida de poder municipal y autonómico el pasado 28 de mayo. La amnistía se tramitará, si no hay cambios de última hora, este mismo lunes, cuando también la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, fije la fecha de la sesión de investidura entre el miércoles y el jueves de esta misma semana.

EL PSOE ORDENA BLINDAR EL CONGRESO

El Congreso de los Diputados tendrá un blindaje especial durante todos los días ante una nocturna y nueva convocatoria contra la amnistía, con el objetivo de acampar a las puertas e impedir que se celebre dicha sesión. Martín ya ha dispuesto de los efectivos y del operativo especial para impedirlo «a toda costa», según han señalado fuentes consultadas por este medio.

Una vez conocido el texto, la reacción puede tomar tintes más masivos en las sedes de Ferraz, ya que su difusión entre el bloque del centroderecha será máxima. La inclusión de la medida de gracia para ganar los siete votos de Junts ha provocado un fuerte rechazo también entre los votantes socialistas.

Cabe destacar, al contrario de lo que aseguró Santos Cerdán, número tres del PSOE, que la militancia del partido no ha votado expresamente a favor de la amnistía, sino a favor de todos los acuerdos con Sumar, presentados antes de la consulta, y del resto de formaciones. Tanto el de Junts, como el del PNV como el de CC se dieron a conocer una semana después de este particular referéndum.

Con Junts y PNV, se pone de manifiesto la ruptura de la caja única de la Seguridad Social y los pasos a seguir para expulsar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de País Vasco y Cataluña. También se exigen la concesión de nuevas competencias, que merman la autoridad de la Policía Nacional y Guardia Civil, entre otros polémicos puntos. De hecho, con Junts, el PSOE busca volver al Estatuto de 2006, tumbado por el Tribunal Constitucional.

EL PSOE CAMBIA LAS REGLAS Y EL TABLERO SIN CALCULAR RIESGOS

Todo ello no estaba en el programa electoral del PSOE, como tampoco las quitas de deuda autonómicas ni el traspaso de Rodalies a la Generalitat de Cataluña. Por estas razones, la oposición en bloque exige una nueva convocatoria electoral y no porque no haya ganado el PP, que sí lo hizo, incluso en Cataluña obtuvo un mayor respaldo que Junts y ERC, por separado. Sino porque el PSOE ha ocultado todo ello durante la campaña electoral a sus propios votantes. «Por qué tienen miedo a las urnas», reflexionó este mismo domingo Feijóo ante los miles de concentrados en la Puerta del Sol.

Santos Cerdán, número tres del PSOE y líder de las negociaciones entre ERC y Junts
Santos Cerdán, número tres del PSOE y líder de las negociaciones entre ERC y Junts

Los motivos del PSOE para consultar a los españoles sobre la amnistía en unas nuevas elecciones son varios. La pérdida de la identidad, un «autócrata» al frente, una ideología disfrazada con el culto al líder y un relato tan endeble y maleable como una hoja de latón. Lejos queda el PSOE con altura de miras y con responsabilidad de país, como lo fue Alfredo Pérez Rubalcaba y aún lo es Felipe González, ambos con sus luces y sombras, pero con fuertes convicciones a la hora de negociar los asuntos de Estado con el PP.

¿Hubiera sido el mismo resultado si el PSOE se presenta un programa electoral con los pactos por la amnistía con ERC y Junts?

El PSOE se queja de que las reacciones a su «cambio de opinión» sobre la amnistía -de ser inconstitucional a ser una medida de gracia con encaje en la Carta Magna-, una protesta en su gran mayoría pacífica. Los socialistas, no obstante, comparan a Feijóo y sus barones con la extrema derecha, de «viejo enemigo, que llevaba décadas disfrazado dentro del Partido Popular’, y que ahora se muestra sin ninguna vergüenza con toda su crudeza».

EL PSOE EQUIPARA AL PP CON LOS FRANQUISTAS

«La ultraderecha española, nostálgica del franquismo y alumna aventaja de los predicamentos que llegan de personajes como Trump o Bolsonaro, ha decidido recorrer el camino de la violencia callejera para lograr sus objetivos políticos», afirma el diario de referencia de los socialistas. Un relato más propio del 36 que del siglo XXI.

El otro frágil argumento es que los españoles votaron no al PP y Vox, una lectura muy simple dado que el voto fue masivamente a los ‘populares’, y que el PSOE no llevaba en su programa ninguno de los puntos pactados con los separatistas.

¿Hubiera sido lo mismo si se presenta un programa electoral de estas características? Esa es la gran cuestión que rehúyen los socialistas, más cuando saben que si el PP hubiera hecho lo mismo no solo habría algaradas como el «pásalo» de 2004 en la sede de Génova, sino un llamamiento a la huelga general desde el primer momento, tal y como ha indicado Feijóo.

Así las cosas, el PSOE afronta una situaciön muy comprometida esta misma semana. Con una amnistía que pesará cada día de la legislatura. El recorrido de ésta dependerá del grado de cumplimiento de los pactos y en eso en el PSOE son infalibles ya que es conocido como el «eterno incumplidor», al menos en Cataluña. Ni ERC ni Junts se fían y está por ver el alcance del apoyo del PNV, más pendiente de la presión interna y de Bildu, con la mirada puesta en las elecciones vascas del próximo año.