sábado, 23 noviembre 2024

Otegi se descarta como lehendakari y busca a una candidata «que no polarice»

Arnaldo Otegi no será el próximo lehendakari de Euskadi. El coordinador general de Euskal Herria Bildu ha descartado regresar a la política institucional en las elecciones vascas que podrían celebrarse en el próximo mes de marzo, tal y como señalan fuentes de la coalición a MONCLOA.com.

El de Elgoibar se incluyó entre los nombres elegidos por EH Bildu para las encuestas internas que maneja de cara a la próxima cita electoral, y pese a conocer que las mismas le atribuyen un gran tirón electoral, este se ha descartado.

La intención de Otegi, según señalan las mismas fuentes, es mantenerse en un segundo plano, no regresar a la política institucional y consolidar una bicefalia similar a la que ha funcionado durante décadas en el PNV, al que también han copiado en su pragmatismo.

Otegi busca una candidata ligada a Sortu, lo cual impide por dos razones la apuesta por Oskar Matute que cada vez más voces internas desearían, y que esta «que no polarice», lo cual complica la elección de la diputada estatal Mertxe Aizpurua.

La apuesta por candidatos no considerados como radicales tiene un doble objetivo: el electoral, para evitar ahuyentar a personas de centro-izquierda que se han sumado al proyecto en los últimos años, y facilitar unas negociaciones postelectorales, ya que a formaciones como el PSE o Sumar no les agradaría sentarse con personas ligadas en el pasado con Herri Batasuna.

OTEGI MUEVE LA AGENDA IDENTITARIA DE EUSKADI

Mientras EH Bildu parece copiar lo que ayer afeaba al PNV, que en Madrid siempre ha apostado por rascar inversiones y competencias en vez de anteponer su agenda nacional, mientras los jeltzales mimetizarse con los abertzales al moverse a la izquierda en materia feminista, ecologista o en relación con la jefatura del Estado.

EH Bildu alienta una manifestación en Bilbao de corte identitario

En lo que ambos parecen parejos es en la agenda de construcción nacional, ya que ni el uno ni el otro parecen demasiado proclives tras el pinchazo del procés y el creciente desinterés de la ciudadanía vasca (apenas el 24% de la población de Euskadi es proclive a la independencia, según el Sociómetro que publicó el Gobierno Vasco el pasado año).

El PNV dice querer reformar el Estatuto Vasco ante la mirada escéptica de EH Bildu, que quiere tejer su agenda propia y arrancar la precampaña electoral mediante una manifestación que se celebrará el próximo 16 de noviembre en Bilbao bajo el lema ‘Nazioa gara’ (Somos una nación).

MÚSCULO CALLEJERO

EH Bildu quiere exhibir músculo callejero ante el PNV, la escisión juvenil abertzale Gazte Koordinadora Sozialista o el sindicato ELA, que les afea su creciente giro socialdemócrata en Euskadi o Navarra.

Cabe recordar que en el último Congreso de EH Bildu la formación aprobó un documento político que avalaba el giro pragmático emprendido por Otegi, que fue clave en la marcha de la izquierda abertzale a vías exclusivamente democráticas.

Otegi2 Moncloa
Otegi.

«Debemos vaciar nuestra política de alianzas de esencialismos, entenderla en función de nuestros objetivos y no según criterios morales. Una política de alianzas adecuada es la que nos acerca a nuestros objetivos, no la que nos mantiene en una zona de confort o en posiciones de pureza», señala el texto.

Bajo el liderazgo de Otegi, EH Bildu ha dotado de estabilidad al PSOE en el Congreso de los Diputados y el Parlamento de Navarra, ha cambiado el discurso contestatario por una estrategia reformista con la que parecen copiar la línea clásica del PNV, y han rebajado sus discursos más identitarios relacionados con la construcción nacional por agudizar la línea social, medioambiental o feminista.

PALESTINA, OTRO MOTIVO DE DISCORDIA

El PNV quiere rebajar su tradicional apoyo a Israel por sus recientes bombardeos a Gaza. EH Bildu cree que una amplia mayoría de la sociedad vasca apoya sin fisuras al pueblo palestino por el drama que lleva décadas sufriendo.

EH Bildu ha denunciado que «tras casi 20 años de bloqueo, las personas que viven en Gaza están siendo víctimas de un castigo colectivo; están siendo bombardeadas, y se les ha cortado el acceso a suministros básicos tales como el agua, la electricidad o el combustible».