Entre los numerosos sonidos que acompañan al otoño, la tos resulta ser uno de los más comunes. En la mayoría de los casos, las infecciones virales son responsables de este síntoma que, aunque a menudo resulta molesto, en realidad es una eficaz defensa de nuestro cuerpo. La tos es un reflejo fisiológico de un mecanismo sumamente complejo en la que deben coordinarse diversas estructuras de nuestro cuerpo en menos de un segundo.
4LA POSTURA INFLUYE
De este modo, toser se convierte en uno de los síntomas que más perturban nuestro descanso, tanto para la persona que la padece como para quienes la acompañan, ya que implica una actividad muscular intensa. Además, conlleva asociados otros síntomas desagradables, como dolores de cabeza y costillas, sensación de mareo, irritación de garganta y ocasional pérdida de control sobre la vejiga. Por otro lado, al acostarnos en la cama, la mucosidad nasal puede escurrir hacia la parte posterior de la garganta y la laringe, lo que irrita aún más los receptores de la tos. Además, la secreción bronquial tiende a acumularse en las vías respiratorias, lo que aumenta la frecuencia de la tos.