Hoy día, debido al uso extendido de redes sociales y aplicaciones de ligue, es habitual que las personas tenga muchas primeras citas. Aunque esto puede aumentar las probabilidades de encontrar una pareja compatible, también supone pasar por los nervios naturales que provoca ese primer encuentro con una persona que nos gusta y a la que queremos causar buena impresión.
La ansiedad que experimentamos en una primera cita es el resultado de una serie de factores que a menudo se escapan a nuestro control. En primer lugar, todos tenemos temor al rechazo, a que nos juzguen de forma incorrecta, o a que nos engañen. Frecuentemente, las personas tendemos a imaginar situaciones catastróficas en las que la cita termina en fracaso, y esto nos hace sentir más ansiosos. Además, la presión social y las expectativas agregan tensión, ya que siempre está presente la necesidad de impresionar a la otra persona y cumplir con ciertas normas sociales.
2LUCHA O HUIDA
Estas respuestas forman parte del mecanismo de «lucha o huida» del cuerpo cuando se enfrenta a una amenaza. En el contexto de las citas, donde no existe una amenaza física real, son respuestas que surgen en respuesta a los peligros imaginarios creados por las distorsiones cognitivas. Como resultado, es común experimentar síntomas como sudoración excesiva, tensión muscular, temblores, entre otros, durante una cita o incluso antes de ella.
La ansiedad en una primera cita es una experiencia normal, pero comprender cómo gestionarla puede convertir esos nervios en una oportunidad para establecer una conexión auténtica.