Hoy día, debido al uso extendido de redes sociales y aplicaciones de ligue, es habitual que las personas tenga muchas primeras citas. Aunque esto puede aumentar las probabilidades de encontrar una pareja compatible, también supone pasar por los nervios naturales que provoca ese primer encuentro con una persona que nos gusta y a la que queremos causar buena impresión.
La ansiedad que experimentamos en una primera cita es el resultado de una serie de factores que a menudo se escapan a nuestro control. En primer lugar, todos tenemos temor al rechazo, a que nos juzguen de forma incorrecta, o a que nos engañen. Frecuentemente, las personas tendemos a imaginar situaciones catastróficas en las que la cita termina en fracaso, y esto nos hace sentir más ansiosos. Además, la presión social y las expectativas agregan tensión, ya que siempre está presente la necesidad de impresionar a la otra persona y cumplir con ciertas normas sociales.
1DISTORSIÓN COGNITIVA, O LAS PELÍCULAS QUE NOS MONTAMOS
Este patrón de pensamiento negativo se conoce como distorsión cognitiva y crea un ciclo de ansiedad repetitivo, que hace que la situación sea aún más estresante. Cuando alguien se enfrenta a una situación intimidante, como una cita romántica, el cerebro responde liberando hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina.
Estas hormonas desencadenan una serie de respuestas fisiológicas, como el aumento de la frecuencia cardíaca, la dilatación de las vías respiratorias y la liberación de glucosa en el torrente sanguíneo, con el fin de proporcionar energía extra para afrontar la situación.