Los trucos de Martín Berasategui para transformar un sencillo sandwich en una receta de lujo

El sándwich, con su simplicidad, economía, rapidez y sabor inigualable, se ha convertido en un clásico en nuestra gastronomía. Este versátil plato puede resolver tanto un desayuno apresurado como una cena reconfortante. Sin embargo, la excelencia de un sándwich no se limita únicamente a su simplicidad, ya que la calidad de los ingredientes desempeña un papel fundamental en su éxito.

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CÓMO SE PREPARA

sándwich

Comienza tostando las rebanadas de pan y déjalas a un lado. Luego, corta el aguacate en gajos no muy gruesos y lonchea la manzana. Unta la base de una de las rebanadas de pan con una cucharadita de mostaza. Coloca sobre ella una capa de aguacate y otra de manzana. Luego, extiende varias lonchas de pechuga de pollo y, encima de esto, añade algunos germinados. Repite el proceso con otra capa de aguacate y manzana, seguida de otra capa de pollo. Finalmente, cubre el sándwich con la otra rebanada de pan, previamente untada con mostaza.