Salvador Illa lidiará con varios candidatos del aparato del PSOE para poder liderar el partido en caso de una investidura fallida de Pedro Sánchez. Los nombres que resuenan son los de María Jesús Montero, ministra de Hacienda; Carmen Calvo, exvicepresidenta del Gobierno; e incluso Patxi López, quien deja de ser candidato en favor de Eneko Andueza para las próximas elecciones autonómicas del País Vasco. No obstante, a última hora se ha sumado Óscar Puente, el portavoz de Pedro Sánchez durante la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo.
Illa tiene el plácet de José Luis Rodríguez Zapatero para poder presentarse con ciertas garantías ante todo el aparato, donde la vieja guardia aún no ha dicho la última palabra. De hecho, entre bambalinas el equipo de Alfonso Guerra y Felipe González están preparando desde el pasado año un equipo sólido para hacer frente a unas primarias y ganarlas con cierta solvencia.
El antecedente más próximo en esta lucha entre candidatos fue precisamente el protagonizado por Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, quien le faltó muy poco para poder aspirar a la cúpula del PSOE. «Fue una de las votaciones más reñidas que se recuerdan», señalan fuentes socialistas, quienes esperan que Pedro Sánchez se mantenga en La Moncloa y no haya lugar a unas primarias.
UNA LEGISLATURA MUY DÉBIL PARA PEDRO SÁNCHEZ
No obstante, las mismas fuentes admiten que si hay investidura, la legislatura nace muy débil, con sólo el apoyo de los 31 diputados de Sumar, al tener que negociar cada iniciativa, ley y reforma con los distintos grupos parlamentarios, incluyendo a los cinco díscolos de Podemos, quienes amenazan con poner en riesgo la investidura si no obtienen el debido reconocimiento en el Gobierno de coalición.
En este sentido, si finalmente Pedro Sánchez no lograse la investidura -sea por la negativa de los ‘morados’ de Irene Montero o por el rechazo de ERC, ninguneado a última hora y a merced de la directriz de Ferraz, e incluso por un posible paso atrás del PNV, quien no ha obtenido ningún tipo de contraprestación por sus cinco diputados-, el PSOE se enfrentará a una dura batalla por la sucesión.
Por un lado, María Jesús Montero tiene el reconocimiento del actual aparato del partido, mientras que otras voces apuntan directamente a Óscar Puente como el posible ‘tapado’ de última hora. No obstante, Salvador Illa tiene grandes opciones tras su gran empuje en Cataluña y el respaldo de José Luis Rodríguez Zapatero, quien se deshizo en elogios en el mitin de la pasada semana en un acto sobre América Latina y la UE, de cuyas relaciones se hablaron muy poco.
ILLA, ARROPADO POR ZAPATERO; PUENTE, EL ADALIZ DE SÁNCHEZ
Montero, número dos del PSOE, ha logrado los apoyos para sacar adelante los pasados Presupuestos, pero tiene ahora el difícil reto de superar cada una de las votaciones, especialmente el techo de gasto. La prórroga de las cuentas es una opción que se contempla, pero es la última baza del Gobierno de coalición en funciones.
No obstante, los obstáculos de la ministra de Hacienda son precisamente sus propios resultados en Andalucía, donde Juan Espadas no logra contentar a su electorado como tampoco superar a un exultante Juanma Moreno Bonilla, que aún dependiendo de Vox mantiene el poder durante cuatro años más.
Illa sabe que Montero no es rival, más después de introducir en la negociación toda la estrategia a seguir, pero con Puente podría haber sorpresas, toda vez que ha sido la voz de Sánchez en el debate de investidura de Feijóo. Puente, valor en alza en este PSOE tras perder la Alcaldía de Valladolid y se ha mostrado con toda su crudeza en el Congreso, estaba en la cuerda floja y en el punto de mira de Santos Cerdán, número 3 del PSOE, quien pretendió cortarle las alas. No obstante, el dirigente del equipo negociador para arrancar los distintos acuerdos con Sumar, ERC, PNV, Bildu, BNG y Junts.
LAS BRONCAS DE PUENTE NO LE AYUDAN
Algunos de estos pactos se han cerrado tras una larga negociación, como Sumar; mientras otros, como Bildu, apenas han tenido barrera alguna, con un apoyo casi incondicional de los de Arnaldo Otegi al Gobierno de Pedro Sánchez.
No obstante, en esta lucha por el sillón también existen otros candidatos, aunque han perdido valor dentro del partido. Patxi López, por ejemplo, se quedará en el Congreso de los Diputados, mientras Calvo o Pilar Alegría, ministra de Educación, no han tenido el efecto deseado para poder presentar sus credenciales.
Con Puente como activo de Sánchez, el diálogo es más brusco a la hora de dirigir sus mensajes, incluso con tintes «macarras», mostrando una cara más bronca en todos los ámbitos, desde la tribuna del Congreso hasta en redes sociales, donde ha sido objeto de mofa por sus «sesudos análisis» de la situación del PP en Cataluña, o protagonizando una bronca con un pasajero del AVE que obligó a retrasar el tren durante 45 minutos.