La infidelidad en las relaciones de pareja es un evento lo suficientemente impactante como para romper el vínculo. Sin embargo, los límites a traspasar pueden ser subjetivos y diferentes para cada persona. En este contexto, la psicóloga Melanie Schilling advierte sobre la existencia de lo que ella denomina «microinfidelidades». Estas son situaciones en las que la infidelidad se disfraza como actos aparentemente inocentes, pero que, a pesar de su sutileza, pueden socavar la estabilidad de una relación.
9CULTIVAR LA RELACIÓN DÍA A DÍA
Es evidente que el amor en una relación de pareja se transforma y evoluciona a medida que avanzan juntos. Una vez que la etapa inicial del enamoramiento ha pasado, es fundamental que ambos miembros colaboren para mantener el vínculo fuerte y renovado.
La rutina, la falta de entusiasmo y el desinterés pueden afectar negativamente la relación, generando insatisfacción y malestar en ambos. Estas condiciones pueden abrir la puerta a una posible infidelidad. Por lo tanto, es esencial trabajar a diario en la intimidad emocional, la pasión y el compromiso, y no dar por sentado el amor. Esto implica esforzarse por mantener una comunicación abierta y sincera, mantener la chispa de la relación viva y reafirmar el compromiso continuo el uno al otro para fortalecer la relación y evitar la tentación de buscar la satisfacción fuera de la pareja.