La idea de un cerebro que se encoge puede parecer salida de una película de ciencia ficción. Sin embargo, es una realidad que afecta a todos, incluso a quienes no tienen predisposición a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
El cerebro se encoge de forma gradual a partir de los 25 años, y el proceso se acelera después de los 50. Esto se debe a la pérdida de neuronas y de conexiones entre ellas. La buena noticia es que hay formas de retrasar este proceso e incluso de aumentar nuestra capacidad para pensar.
7DIETA Y DESCANSO
Una dieta nutritiva, especialmente la dieta mediterránea, se ha relacionado con un menor riesgo de presentar enfermedad de Alzheimer y demencia. Comer alimentos ricos en antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y vitaminas B, C, D y E también puede ayudar a proteger el cerebro. Mantener un peso saludable también puede reducir el riesgo de desarrollar demencia al igual que controlar unos adecuados niveles de azúcar en la sangre. Dormir lo suficiente y tener una buena higiene del sueño también es fundamental para un cerebro saludable a largo plazo.