Cada día que pasa es un dolor de cabeza para los ciudadanos españoles. Primero llegó la pandemia, con su correspondiente inflación, después la crisis energética producto de la guerra de Ucrania y después al aumento del carro de la compra. Los carburantes, la luz, el gas y los alimentos han subido a niveles que muchos ni siquiera creen todavía. El precio del aceite de oliva es uno de los temas que están a la orden del día, ya que es un producto de casi primera necesidad y ya hay muchas personas que se han visto obligadas a sacarlo de sus productos habituales.
7Denuncian una “falta de rigor”
“El impacto socioeconómico que va a tener esta propuesta de ley va a ser enorme y nadie ha hecho ningún estudio o informe para ver cómo se pueden hacer las cosas mejor”, advierte Pedro Barato, señalando, junto con otras organizaciones, “la falta de rigor” con la que se propuso la normativa. Además, denuncian que no se haya pedido opinión a los productos ni a la industria: “No ha habido ninguna mesa de negociación, nada”. “Existe una gran falta de rigor técnico de campo, al no incluirse el conjunto de garantías disponibles en materia de bienestar animal actualmente. En España se cumplen por encima de la normativa vigente muchos temas de bienestar animal analizados y, además, se certifican”, declara Jaume Bernis, responsable de sectores ganaderos de COAG.
