El pacto de PSOE y Junts no sólo está cada vez más cerca, sino que se dará a conocer tras la jura de la Constitución por parte de la Princesa Leonor, que tendrá lugar el próximo 31 de octubre, según ha podido conocer MONCLOA de fuentes de la máxima solvencia.
Junts, como otros partidos independentistas, no asistirá a esta jura de la Constitución. En cambio, estarán preparando toda la parafernalia para vender un «acuerdo histórico» de investidura, que será recordada por otorgar la amnistía. El pacto no sólo incluirá la medida de gracia, sino que será una muestra del arrodillamiento del PSOE ante Junts al deslegitimar la actuación policial del 1-O, ordenada por el magistrado Pablo Llarena.
El PSOE evitará así emponzoñar la jura de la Constitución de la Princesa Leonor con la amnistía, manteniendo un respeto por la Casa Real, aunque Junts no asistirá al evento en el Congreso, que se prepara para paralizar toda la actividad para ese día. De esta forma y una semana más, no habrá sesión de control al Gobierno, una forma de mantener la máxima discreción en estas negociaciones, que sólo se anuncian una vez cerrado el pacto con los diferentes partidos. Eso sí, los socialistas no admiten preguntas en estas puestas de largo.
JUNTS RENIEGAN DE LOS BLOQUES
Junts exige un acto de desagravio para «devolver el ‘procés‘ a la política », de donde «nunca debió salir», pese a que los propios líderes independentistas llegaron a tal extremo que aprobaron leyes de desconexión, rompiendo el Estado de Derecho, tal y como sentenció el Tribunal Supremo. En este acuerdo se ha dejado de lado el referéndum. «No habrá consulta, incluso si ésta es no vinculante», destacan las fuentes consultadas.
De esta forma, el acuerdo entre Junts y el PSOE cierra la vía alternativa anunciada por Óscar Puente, el portavoz socialista durante la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo, quien ha admitido los contactos con los enviados por Puigdemont sin que se llegue a ningún tipo de entendimiento, tal y como ha pedido el Partido Popular de Cataluña, quien ha afeado a Esteban González Pons esta reunión con Jordi Turull el pasado mes de septiembre.
Desde Junts, además, reniegan del encasillamiento y afirman que no forman parte de ningún bloque. No obstante, el PP jugará esta importante baza para intentar atraer a la parte moderada, los votantes de la antigua CiU, para desnudar las vergüenzas de la falsa unidad mostrada en el seno de la formación liderada por Puigdemont.
JUNTS Y YOLANDA DÍAZ, ENEMIGOS A LAS PUERTAS
Y es que, nadie en Junts soporta las políticas de Yolanda Díaz, líder de Sumar, mientras se muestran contrarios a ciertas subidas de impuestos, como el de las grandes fortunas, o la ley de vivienda, que amenazan llevar ante el Tribunal Constitucional por una clara invasión de competencias. «Todo se verá, pero si finalmente hay legislatura, el PSOE tendrá que pelear por cada uno de los votos en cada sesión», han advertido. «Un hecho es un acuerdo de investidura y otro distinto es acabar la legislatura hasta su fin», han destacado. En este sentido, han puesto blanco sobre negro los «constantes» incumplimientos de las promesas del PSOE para con Cataluña.
Así, Cercanías sigue fuera de la gestión total de la Generalitat, mientras tampoco hay acuerdo por la ampliación de El Prat. Además, está por ver cómo queda el encaje económico de Cataluña en el conjunto de España ante la reiteradas negativas de María Jesús Montero a las pretensiones fiscales y la deuda de Cataluña. Junts ha pedido la condonación de la deuda, una petición del agrado del PSC y Ferraz, pero no así de Montero. «Es un fleco que tardará en pulirse», indican las fuentes consultadas.
Si bien, no descartan presentar un plan para lograr un sistema fiscal a imagen y semejanza del País Vasco, un proyecto que pondría a Madrid contra las cuerdas al romperse la caja única de la Seguridad Social al elevar el estatus de Cataluña en materia económica.
JUNTS EXIGE EL SACRIFICIO DE COLLBONI
En Junts, además, señalan que quieren garantías por escrito, como también un acuerdo verbal para recuperar la Alcaldía de Barcelona. No obstante, el PSC se niega en rotundo a perder su principal altavoz, pero en el PSOE y el Gobierno saben de la importancia del asiento en La Moncloa, único altavoz que queda a Pedro Sánchez tras haber perdido todo el poder autonómico -sólo mantiene Castilla-La Mancha con mayoría absoluta y el presidente Emiliano García-Page se niega a aceptar estas condiciones-.
Junts busca cambiar así el statu quo con el resto de España, con la aspiración de tener la caja de la recaudación de todos los impuestos abonados por los catalanes y también la llave de la misma, como se tenía antes del decreto de nueva planta, en 1900. «Aquella normativa acabó con las instituciones catalanas», indican las fuentes.
Para vigilar todos y cada uno de los puntos del acuerdo se establecerá una mesa o comisión bilateral entre Cataluña y el Estado, tratando el Gobierno de tú a tú con la Generalitat, tal y como exige Puigdemont. Esta mesa no será una mera comparsa, sino que mostrará y reproducirá el acuerdo para dar a conocer los incumplimientos. En caso de valorarse las faltas, Junts pondría en riesgo el asiento de Pedro Sánchez en La Moncloa.
