El flan de leche condensada de la abuela que da mil vueltas al de Eva Arguiñano

El flan, al igual que el bizcocho casero y las natillas, es un postre clásico que ha conquistado paladares de todo el mundo con su suavidad y sabor inconfundible. Entre las muchas variantes de este delicioso postre, el flan de leche condensada se destaca por su cremosidad y dulzura característica. En este artículo, te llevaré a través de un viaje culinario donde aprenderás a preparar un flan de leche condensada que hará que tus comensales pidan una segunda porción.

Además, te proporcionaré consejos y trucos para que tu creación culinaria sea aún más espectacular. ¡Así que, manos a la obra y prepárate para sorprender a tus seres queridos con un flan de leche condensada de primera!

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3. Llenando el Molde y Cocinando al Baño María

Una vez que el caramelo se haya enfriado en el molde y tengas tu mezcla de flan lista, sigue estos pasos:

  1. Vierte la mezcla de flan en el molde preparado con caramelo. Asegúrate de hacerlo con cuidado para no alterar la capa de caramelo en el fondo.
  2. Cubre el molde con papel de aluminio de manera segura. Esto evitará que el agua del baño María entre en el flan durante la cocción.
  3. Coloca el molde en una fuente grande y resistente al horno. Llena la fuente con agua caliente de manera que llegue aproximadamente a la mitad de la altura del molde del flan. Este proceso se llama cocinar al baño María y asegurará que el flan se cocine de manera uniforme.
  4. Precalienta tu horno a 350 grados Fahrenheit (180 grados Celsius). Una vez que esté caliente, coloca el flan en el horno y cocina durante aproximadamente 45-50 minutos.
  5. Para verificar si el flan está cocido, introduce un palillo en el centro del flan. Si sale limpio, el flan está listo.