El flan, al igual que el bizcocho casero y las natillas, es un postre clásico que ha conquistado paladares de todo el mundo con su suavidad y sabor inconfundible. Entre las muchas variantes de este delicioso postre, el flan de leche condensada se destaca por su cremosidad y dulzura característica. En este artículo, te llevaré a través de un viaje culinario donde aprenderás a preparar un flan de leche condensada que hará que tus comensales pidan una segunda porción.
Además, te proporcionaré consejos y trucos para que tu creación culinaria sea aún más espectacular. ¡Así que, manos a la obra y prepárate para sorprender a tus seres queridos con un flan de leche condensada de primera!
63. Llenando el Molde y Cocinando al Baño María
Una vez que el caramelo se haya enfriado en el molde y tengas tu mezcla de flan lista, sigue estos pasos:
- Vierte la mezcla de flan en el molde preparado con caramelo. Asegúrate de hacerlo con cuidado para no alterar la capa de caramelo en el fondo.
- Cubre el molde con papel de aluminio de manera segura. Esto evitará que el agua del baño María entre en el flan durante la cocción.
- Coloca el molde en una fuente grande y resistente al horno. Llena la fuente con agua caliente de manera que llegue aproximadamente a la mitad de la altura del molde del flan. Este proceso se llama cocinar al baño María y asegurará que el flan se cocine de manera uniforme.
- Precalienta tu horno a 350 grados Fahrenheit (180 grados Celsius). Una vez que esté caliente, coloca el flan en el horno y cocina durante aproximadamente 45-50 minutos.
- Para verificar si el flan está cocido, introduce un palillo en el centro del flan. Si sale limpio, el flan está listo.