El flan, al igual que el bizcocho casero y las natillas, es un postre clásico que ha conquistado paladares de todo el mundo con su suavidad y sabor inconfundible. Entre las muchas variantes de este delicioso postre, el flan de leche condensada se destaca por su cremosidad y dulzura característica. En este artículo, te llevaré a través de un viaje culinario donde aprenderás a preparar un flan de leche condensada que hará que tus comensales pidan una segunda porción.
Además, te proporcionaré consejos y trucos para que tu creación culinaria sea aún más espectacular. ¡Así que, manos a la obra y prepárate para sorprender a tus seres queridos con un flan de leche condensada de primera!
41. Preparando el Caramelo
El caramelo es una parte esencial del flan que le da ese toque dorado y deliciosamente pegajoso en la parte superior. Para hacer el caramelo, sigue estos pasos:
- En una sartén antiadherente, calienta el azúcar granulado a fuego medio-bajo sin revolver. Deja que el azúcar se derrita gradualmente. Esto puede llevar unos minutos, así que ten paciencia.
- Una vez que el azúcar se haya derretido por completo y adquiera un color dorado, retira la sartén del fuego inmediatamente. Si dejas que el azúcar se queme, puede darle un sabor amargo al caramelo.
- Vierte el caramelo caliente en el fondo de tu molde para flan. Gira el molde para asegurarte de que el caramelo cubra uniformemente la base.
- Deja que el caramelo se enfríe y se endurezca en el molde.