Las patatas bravas son, sin duda, un plato icónico de la gastronomía española, especialmente popular en bares y restaurantes de tapas. Estas deliciosas patatas fritas, cortadas en dados grandes, se distinguen por su textura crujiente por fuera y tierna por dentro. El toque característico lo aporta la salsa brava, que es una salsa de sabor fuerte y picante que se vierte generosamente sobre las patatas.
9EL ORIGEN DE LAS PATATAS BRAVAS

La historia de las patatas bravas es interesante y ligeramente controvertida en cuanto a su origen. Aunque es un plato icónico en toda España, se cree que se inventó en Madrid en la década de 1960. Dos establecimientos, Casa Pellico y La Casona, ambos ya desaparecidos, se disputan el título de haber sido los primeros en servir estas patatas bravas. Ambos lugares comenzaron a servir este delicioso plato alrededor de 1960, y la popularidad de las patatas bravas fue tan grande que la gente hacía largas colas para degustarlas en sus establecimientos.
Sin embargo, algunos expertos sugieren que es posible que la receta fuera más antigua y que las clases populares ya la consumieran al menos en el siglo XIX, aunque no se utilizaba el término «bravas» hasta que lo popularizaron estos dos bares en Madrid.