Las patatas bravas son, sin duda, un plato icónico de la gastronomía española, especialmente popular en bares y restaurantes de tapas. Estas deliciosas patatas fritas, cortadas en dados grandes, se distinguen por su textura crujiente por fuera y tierna por dentro. El toque característico lo aporta la salsa brava, que es una salsa de sabor fuerte y picante que se vierte generosamente sobre las patatas.
4PRIMER PASO: EL SOFRITO

Pon el aceite de oliva en una olla a fuego medio. Agrega los ajos picados y las guindillas sin pepitas a la olla con el aceite caliente. Cocina a fuego medio, asegurándote de que los ajos y las guindillas se cocinen hasta que estén fragantes y ligeramente dorados.
Después de que los ajos y las guindillas estén a medio cocinar, añade las cebollas picadas de tamaño medio. Continúa cocinando a fuego medio hasta que las cebollas estén bien doradas y tiernas.