Las patatas bravas son, sin duda, un plato icónico de la gastronomía española, especialmente popular en bares y restaurantes de tapas. Estas deliciosas patatas fritas, cortadas en dados grandes, se distinguen por su textura crujiente por fuera y tierna por dentro. El toque característico lo aporta la salsa brava, que es una salsa de sabor fuerte y picante que se vierte generosamente sobre las patatas.