La información que ha dado el satélite Copernicus Sentinel 5P es alarmante. Según sus mediciones, el agujero de la capa de ozono de este año sobre la Antártida es uno de los más grandes registrados. Así lo ha comunicado la ESA (Agencia Especial Europea). La “zona de agotamiento de la capa de ozono” llegó a los 26 millones de km cuadrados el pasado 16 de septiembre de 2023, ósea tres veces el tamaño que tiene Brasil. La variación tiene su razón de ser en la fuerza de una fuerte banda de viento situada alrededor de la zona antártica, una consecuencia directa de la rotación de la Tierra y los drásticos cambios de temperatura que hay entre las latitudes polares y moderadas.
7Un hecho fulminante dañó la capa de ozono
En las décadas de los 70 y los 80, se usaron de manera generalizada clorofluorocarbonos dañinos en varios productos (como refrigeradores y latas de aerosol). Este contexto dañó la capa de ozono y generó un agujero sobre la Antártida. Para subsanar este hecho, en 1987 se desarrolló el Protocolo de Montreal para protegerla, sacando de forma progresiva la producción y el consumo de artículos dañinos. Esto ha dado como resulta una cierta mejora en el estado de la capa de ozono, que se espera que se recupere en 2066. “Basándose en el Protocolo de Montreal y la disminución de las sustancias antropogénicas que agotan la capa de ozono, los científicos predicen actualmente que la capa de ozono global volverá a alcanzar su estado normal alrededor de 2050”, expone Claus.
