Cada día que pasa, la investidura de Pedro Sánchez se complica aún más. Hasta el momento, no ha logrado convencer a ningún partido para que le brinde su apoyo en la votación, con la excepción de Bildu, que desde un principio se mostró dispuesto a ofrecer sus votos. Además, su socio de coalición, Sumar, está experimentando una crisis interna que amenaza con dividirlo en dos facciones.
Podemos ha optado por elevar la tensión en Moncloa entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. De manera efectiva, han roto relaciones con la dirigente de Sumar y exigen su puesto en la mesa de negociaciones directas con el líder de los socialistas, Pedro Sánchez. Además, exigen que el candidato socialista atienda sus demandas si busca obtener el apoyo de los cinco diputados liderados por Ione Belarra.
No es la primera vez que Belarra cuestiona el respaldo de los cinco votos de su partido a la investidura de Pedro Sánchez. A medida que se acerca el plazo a finales de noviembre, los portavoces de Podemos están siendo cada vez más explícitos al marcar su propia posición y desvincularse de la coalición que forman con Sumar.
SUMAR VE PELIGRAR SU POSICIÓN EN EL GOBIERNO TRAS LA REVUELTA DE PODEMOS
La creciente hostilidad de su aparente aliado dentro de la coalición tiene preocupados a los miembros de Sumar. Fuentes de alto nivel dentro del partido de la vicepresidenta segunda advierten de que estas acciones son bastante serias y no se limitan a declaraciones vacías. Su objetivo es establecer un diálogo directo con el PSOE, según lo indicado por una fuente destacada cercana a Díaz al medio de comunicación de Vozpópuli.
La probabilidad de una investidura fallida es cada vez más evidente para los miembros de Podemos. Con cada día que pasa, ven la repetición de elecciones en España como una solución inevitable al estancamiento en torno a la amnistía. Por lo tanto, el partido ha iniciado una maniobra destinada a distanciarse de Yolanda Díaz, con el objetivo de presentarse por separado en caso de unas nuevas elecciones programadas para el 14 de enero. Esta idea ha estado rondando en la mente de los miembros clave de Podemos durante semanas, y ahora la están planteando abiertamente sus próximos movimientos.
Este jueves, Ione Belarra expresó su posición de manera firme en una entrevista en TVE. La líder de Podemos reiteró que tanto Podemos como Sumar son proyectos políticos distintos que persiguen objetivos parcialmente divergentes. También instó al Partido Socialista a escuchar y considerar sus demandas.
La formación morada de Ione belarra toma distancia con sumar y exigen negociar con Sánchez su investidura
«El PSOE tiene que escuchar las peticiones de Podemos, de las cuales aún no tenemos ningún tipo de respuesta, y creo que sería bueno darle estabilidad al futuro gobierno incorporando todas las sensibilidades», explicó la líder morada. Todo apunta a que la intención de Belarra es mantener a Irene Montero en el Gobierno de cara a una nueva de legislatura de colación. Otras de las ideas que barajan desde Podemos es hacerse con alguna cartera más en sus filas.
Sin duda, lo que es evidente es que las demandas al PSOE por parte de Podemos y Sumar se centran en prioridades diferentes. El partido de Yolanda Díaz está luchando por su propia agenda, que incluye la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales. Mientras que Podemos busca su supervivencia en el Gobierno.
SUMAR LLAMA LA ATENCIÓN Y MARCA LAS BASES CON PODEMOS DE CARA A LAS NEGOCIACIONES CON EL PSOE
Esta salida de tono de la formación de Belarra parece ser que no ha gustado nada en Sumar. Yolanda Díaz respondió a Podemos a través de su portavoz Ernest Urtasun, que comentó que las decisiones de voto en el Congreso de los Diputados se deciden en el marco del grupo parlamentario, el cual es plural y es «donde elaboramos los consensos».
En su última entrevista a la Sexta, Urtasun apuntó que la posición de Sumar «va as seguir siendo así… Tenemos un grupo parlamentario joven, potente, con muchas ganas de hacer cosas y en ese marco es donde nosotros fijamos nuestras posiciones, con lo cual nosotros seguiremos trabajando en esa línea».
Sin embargo, Urtasun dio su brazo a torcer al reconocer que la investidura de Pedro Sánchez no estaba clara. Y aprovechó para aclarar que las negociaciones con el PSOE siguen avanzando y lo hacen «bien». No obstante, también comentó que todavía hay algunos puntos que tiene que resolver, como el caso de la reducción de la jornada de trabajo, que para el Movimiento Sumar es una «cuestión fundamental» para dar su apoyo a los socialistas.