Esquerra Republicana (ERC), Junts, Bildu y el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) ya han decidido que no enviarán a ningún representante a la ceremonia de jura de la Constitución de la Princesa de Asturias ante las Cortes Generales que tendrá lugar el próximo 31 de octubre en el Congreso.
Los independentistas catalanes y vascos y los nacionalistas gallegos no suelen participar de ningún acto relacionado o con presencia del Jefe del Estado y, de hecho, en los últimos tiempos no han acudido a ninguna de rondas de consultas que Felipe VI ha convocado para buscar candidato a la Presidencia. Tampoco lo hacían con el Rey emérito Juan Carlos I.
Y, en esta ocasión, no iba a ser diferente, según confirmaron a Europa Press fuentes de esos partidos, que en estos días están inmersos en las negociaciones con el PSOE para tratar de reeditar un Gobierno de coalición con Pedro Sánchez al frente.
ERC Y JUNTS CONSIDERAN A LA MONARQUÍA «INSTITUCIÓN CADUCA»
Los republicanos catalanes justifican su ‘plante’ al considerar que la monarquía española es una institución «caduca y corrupta» que, a su juicio, debería «desaparecer». Razones similares aduce Bildu, que no reconoce la Corona ni su legitimidad ni el papel que «algunos» le otorgan.
A diferencia de lo que ocurría con la antigua Convergència i Unió (CiU), sus herederos de Junts rompieron todos los puentes con la Corona con el proceso independentista de 2017 y, especialmente a raíz del discurso de Felipe VI tras el referéndum del 1 de octubre de ese año.
Por su parte, el BNG entiende la Monarquía como una estructura del Estado «impuesta» por el franquismo y, por lo tanto, heredera, además de ser una institución «anacrónica» y, en el caso español, «corrupta».
EL EMÉRITO NO ACUDIRÁ AL CONGRESO PERO HA SIDO INVITADO A LA CELEBRACIÓN PRIVADA
El martes 31 de octubre, el Congreso se engalanará para acoger el acto de juramento de la Carta Magna de Leonor de Borbón, día de su 18 cumpleaños, ante las Cortes Generales. A esta cita, que tendrá lugar en el Salón de Plenos, no acudirá su abuelo, que sí ha sido invitado a una celebración familiar posterior en el Palacio de El Pardo.
La hija mayor del Rey cumplirá así con el trámite que fija el artículo 61.2 de la Constitución en el que se estipula que «el Príncipe heredero, al alcanzar la mayoría de edad» debe prestar el mismo juramento» que el jefe del Estado.
A esta ceremonia se prevé que acuda buena parte de los diputados y senadores del PSOE, del PP y Vox, así como representación de Coalición Canaria (CC) y Unión del Pueblo Navarro (UPN), mientras que la dirección e Sumar y la de Podemos aún no han decidido qué harán. Por su parte, Compromís sí se plantea enviar una representación, mientras que los baleares de Mès no piensan estar en la ceremonia.
FELIPE GONZÁLEZ Y PECES-BARBA COMENZARON CON LA JURA DE LA CONSTITUCIÓN DEL HEREDERO A LA CORONA
La Princesa Leonor jurará la Constitución el próximo 31 de octubre, fecha de su 18 cumpleaños, en una doble ceremonia en el Congreso de los Diputados primero y en el Palacio Real después que supone prácticamente un calco de lo que ocurrió con su padre, el ahora Rey Felipe VI, el 30 de enero de 1986. Curiosamente, este protocolo surgió del pulso que mantuvieron en su momento el entonces presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba, y el presidente del Gobierno, Felipe González.
Como presidente de la Cámara Baja, Peces-Barba fue el encargado de organizar el acto y según él mismo cuenta en el libro ‘La democracia en España’ (1995) le produjo «disgustos sin cuento». Su plan preveía, recuerda, «un juramento ante las Cortes Generales presididas, como establece la Constitución, por el presidente del Congreso, que recibía el juramento y previamente explicaba con unas palabras el sentido del acto».
La intervención del entonces Príncipe de Asturias se limitaba a la lectura del juramento, que Peces-Barba certificaría con una escueta intervención que se cerraría con «¡viva la Constitución!, ¡viva el Rey!, ¡viva España!». Por lo que se refiere a los Reyes Juan Carlos I y Sofía, «tenían un lugar preferente pero no presidían la sesión», una responsabilidad que recaía en él mismo.
Peces-Barba quería realzar al Parlamento y no quería que los Reyes presidieran la sesión
Con ello, Peces-Barba dice que lo que quería era realzar al Parlamento y su vinculación con la Corona. «Ni se me había pasado por la imaginación que este planteamiento», que asegura que consultó con los servicios del Congreso y también con el entonces presidente del Senado, José Federico de Carvajal, «pudiera suscitar problemas», como los hubo, «y muy serios».
GONZÁLEZ PIDIÓ INTERVENIR COMO PRESIDENTE DEL GOBIERNO
En diciembre, desde Moncloa se pusieron en contacto con él para decirle que debería intervenir González. «Mi primera reacción fue de estupor, porque nunca pensé en esa posibilidad, y tengo que reconocer que no la tomé en serio, porque me parecía inverosímil», confiesa en su libro. «Pero insistieron con gran presión y persistencia», añade.
Según el entonces presidente del Congreso, aunque decían que al presidente «le daba igual», en Navidades «empezaron las filtraciones interesadas a periodistas, señalando que todo el conflicto venía de un acto de soberbia mío, de un deseo incontenible de figurar y otras maledicencias parecidas». Peces-Barba se defiende asegurando que cuando asumió la Presidencia del Congreso ya había dejado claro que no repetiría, así que esas acusaciones no se sostenían.
Para intentar salvar la situación, Peces-Barba pensó en «una especie de refrendo del juramento», lo cual requería de la «aceptación pacífica de la oposición». «En ningún caso quería poner en peligro el consenso del acto y la brillantez de una ceremonia que era un símbolo de la nueva situación democrática consolidada y una expresión visible de la monarquía parlamentaria».
Fraga dijo que si González hablaba, él también quería intervenir
Sin embargo, Manuel Fraga, quien entonces lideraba la oposición al frente de Alianza Popular, «reaccionó con energía» y dijo que «si hablaba el presidente tenía que hablar el jefe de la oposición». En esta tesitura, Peces-Barba se decantó por mantener el proyecto inicial y así se lo hizo saber tanto a Zarzuela como a Moncloa.
Este ‘choque’ entre ambos presidentes y el doble acto en el 18 cumpleaños del entonces Príncipe de Asturias que resultó del mismo es el culpable del protocolo que Casa Real, Gobierno y Congreso ya han cerrado para el juramento de la Princesa Leonor.
LA JURA DE LA PRINCESA LEONOR Y EL COLLAR DE LA ORDEN DE CARLOS III
La heredera del trono jurará la Constitución en una primera ceremonia en el Congreso, que estará presidida por Francina Armengol, a la que seguirá otro acto en el Palacio Real en el que recibirá el Collar de la Orden de Carlos III. En esta segunda ceremonia, como ya ocurrió en 1986, está previsto que tome la palabra el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y aún está por ver si hablará también el Rey Felipe VI.
Cabe esperar que, como ya hiciera su padre, lo haga vestida de civil y sin un crucifijo encima de la mesa. Según cuenta Peces-Barba en el citado libro, fue él quien insistió en que el Príncipe no jurara con uniforme militar.
En su jura no habrá ningún crucifijo ya que como marca la Constitución ‘ninguna confesión tendrá carácter estatal’
En cuanto a la ausencia del crucifijo, sostiene que «no era lógico que estuviera» dado que la Constitución «afirma tajantemente que ‘ninguna confesión tendrá carácter estatal'». «El príncipe no juraba como creyente, sino como ciudadano, y ningún Estado no confesional puede situar en un acto público el signo de una confesión religiosa, por mayoritaria que fuera», argumenta.
DIFERENCIA EN LOS INVITADOS, CON LA AUSENCIA DESTACADA DEL REY EMÉRITO
Una de las diferencias más señaladas entre la jura del Rey y ahora la de la Princesa Leonor será la relativa a los invitados. Cuando el entonces Príncipe de Asturias juró la Constitución lo hizo en presencia no solo de sus padres y su hermana, sino también de su abuelo paterno, Don Juan, además del Gobierno y otras altas instituciones del Estado.
En el caso de la Princesa Leonor, el Rey emérito no asistirá a ninguno de los dos actos institucionales sino que, al igual que el resto de la familia del Rey y de la familia de la Reina, solo ha sido invitado a la «celebración familiar» que habrá en el Palacio de El Pardo, según adelantó Zarzuela cuando hizo oficial la fecha.