La salud de la humanidad está en proceso de cambio constante. La información que recibimos sobre la alimentación cambia con el tiempo. Un buen ejemplo de esto es el consumo de azúcar. ¿Es necesario reducir su consumo? ¿Cuáles son los riesgos de consumir excesiva cantidad de azúcar? y ¿Cómo reducirlo de forma sencilla? En este artículo vamos a tratar de explicar estas preguntas.
A pesar de estar en contra de la idea de «eliminar» los alimentos de a nuestra dieta, es decir, de «restringir», sí encontramos relevante contar con la información necesaria para entender los beneficios y riesgos asociados al consumo de azúcar y tomar las decisiones que mejoren nuestra salud.
Índice
¿Cuáles son los efectos sobre la salud de consumir demasiado azúcar?
El exceso de azúcar en nuestra dieta es nocivo para nuestra salud. La cantidad de azúcar es un problema real para la salud de las personas. El exceso de azúcar puede contribuir a la obesidad, enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina y pre diabetes.
Nuestra alimentación se ha vuelto cada vez más rica en azúcar, y es sencillo encontrar alimentos con una cantidad excesiva de calorías «ocultas», bien sea bebida endulzadas o meriendas con alto contenido de azúcar. Esto se ha convertido en un problema de salud.
Cuando el azúcar entra en nuestro organismo, se convierte en glucosa, y esta es un combustible necesario básico para nuestras células. Pero, si el organismo recibe un exceso de esta, la glucosa se almacena simultáneamente como grasa, y a lo largo del tiempo esto puede provocar obesidad.
Cuando esto sucede, el organismo deja de ser capaz de absorber y utilizar la glucosa. Esto se conoce como resistencia a la insulina. Debido a esto, el cuerpo comienza a producir cantidades más altas de la misma, y esto puede llevar a una enfermedad mucho más incómoda llamada diabetes de tipo 2.
Consejos para reducir el consumo de azúcar
Hay numerosos estudios que muestran los beneficios de reducir el consumo de azúcar en la dieta. No se trata de dejar de consumirlo por completo, sino de tomar conciencia de la cantidad que se consume y de encontrar alternativas saludables.
- Controla tu ingesta. Cuando vayas a comprar alimentos suele ser fácil prestarle atención al contenido nutricional. Pero si es más difícil adivinar cuánta azúcar se está ingiriendo. Así que una buena estrategia es comenzar a leer la etiqueta nutricional de los alimentos, comprobando los contenidos de grasa, proteínas y azúcares.
- Descarta los refrescos y otros productos procesados. Los refrescos y bebidas endulzadas no son buenos para tu salud. Esto se debe a que contienen altos niveles de calorías «vacías» o sin valor nutricional. También tienen un alto contenido de azúcar añadido. Si desea una bebida con sabor entonces el agua gasificada o tónica pueden ser buenas alternativas.
- Evita los alimentos procesados. Los alimentos procesados suelen contener niveles elevados de azúcar y grasas. Estos alimentos tienen poco valor nutritivo y son una fuente de calorías «basura». Es importante leer las etiquetas con cuidado y tener en cuenta el contenido de azúcar si queremos reducir el consumo.
- Prueba alimentos enteros. Los alimentos enteros suelen ser una mejor fuente de nutrientes que los alimentos procesados, ya que no contienen cantidades elevadas de azúcar y calorías. Los alimentos enteros son una buena alternativa a los productos procesados y están mucho mejor para nuestra salud.
- Come más frutas y verduras. Las frutas y verduras son ricas en nutrientes y antioxidantes. Estas consumidas en cantidades moderadas no aumentará el consumo de azúcar y una dieta saludable debe incluir los dos tipos. Esto ayudará a obtener los nutrientes esenciales y también a reducir el consumo de alimentos procesados.
- Añade algunas frutas a la comida. Las frutas son una buena fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes, por lo que pueden contribuir a mejorar nuestra salud. Además, pueden ser una excelente alternativa para satisfacer el deseo de ingerir algo dulce.
- Prueba edulcorantes naturales. Si necesitas endulzar de vez en cuando tus bebidas o platos, intenta usar edulcorantes naturales. Estos pueden ser la miel, la melaza o el jarabe de arce, que son mucho mejores para nuestra salud que la azúcar blanca.
- Reduce la ingesta de hidratos de carbono. Si queremos reducir el consumo de azúcar es importante hacer un seguimiento y control de la ingesta de carbohidratos, especialmente hidratos y alimentos altos en azúcares. Esto incluye todos los alimentos que contienen almidón, como arroz, pastas y pan.
- Prueba alimentos para diabetes. Estos alimentos, diseñados específicamente para personas con diabetes, contienen menos cantidad de azúcar y más nutrientes. Estos alimentos son una buena alternativa y son fácilmente accesibles a través de diferentes sitios de venta en línea.
- Realiza un seguimiento de tu dieta. Por último, el seguimiento de nuestra dieta es la clave para entender cuánta azúcar se está comiendo. Si notamos algún aumento en nuestro peso o seguimos teniendo antojos por azúcar, entonces es importante repensar la cantidad de azúcar que estamos consumiendo y hacer cambios si es necesario.
Dietas bajas en azúcares: ¿Son realmente saludables?
Las dietas bajas en azúcares están siendo cada vez más populares, y han sido promovidas por diferentes nutricionistas como una forma saludable de reducir el azúcar. No obstante, hay algunas personas que prefieren un enfoque más moderado, y no están de acuerdo con lo que se conoce como la “dieta del no azúcar”.
En realidad, no hay una sola dieta que se considere en su totalidad saludable. Todas las personas son diferentes, con diferentes necesidades nutricionales y preferimos alimentos distintos. En lugar de limitar drásticamente los alimentos de nuestra dieta, es preferible reducir el contenido de azúcar en los alimentos de forma moderada y adecuarse a una dieta saludable.
En definitiva, el principio de una dieta baja en azúcar es evitar los alimentos con alto contenido de azúcares. Esto significa comer más verduras, proteínas magras y frutas enteras y evitar los alimentos procesados. Esta es la clave para una buena salud, ya que una alimentación equilibrada proporciona antioxidantes, minerales, vitaminas y otros nutrientes.
Por último, una dieta baja en azúcar ofrece más beneficios que limitaciones. Esta dieta te ayudará a mantener los niveles de azúcar en tu sangre estables, reducir la resistencia a la insulina, controlar la glucosa en la sangre y disminuir el riesgo de obesidad.