El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, comienza a organizar su organigrama para colocar al frente de las autonomías a personas de confianza que se presenten a los inminentes comicios que tendrán lugar en Galicia y País Vasco. En el caso de Galicia, todo apunta a que el elegido será y José Ramón Gómez Besteiro, diputado nacional y uno de los círculo de confianza del presidente en funciones que asiste a las reuniones con los diferentes partidos políticos para negociar su investidura.
Con el objetivo de elegir a las personas que encabezarán las listas de Galicia, además del País Vasco, la ejecutiva del PSOE se encuentra acelerando el calendario de primarias para definir ya sus candidaturas. Está previsto que este proceso comience este mismo mes de octubre y, si no concurren varias candidaturas, se proclamará a José Ramón Besteiro como candidato a la Xunta de Galicia y a Eneko Andueza como candidato a la Lehendakaritza.
Besteiro es el candidato preferido por Ferraz, y estos días está ganando enteros al formar parte del equipo negociador del propio Sánchez. A ello se suma que cuenta con el que mayor consenso dentro de la federación socialista gallega, pero el exsecretario general, Gonzalo Caballero (sobrino del alcalde Vigo, Abel Caballero), todavía tiene que despejar la duda sobre si repetirá como cabeza de lista. El actual secretario general, Valentín González Formoso, ha confirmado que no se presentará a las primarias que, previsiblemente, se celebrarán el 29 de octubre.
José Ramón Gómez Besteiro decidió volver a la primera línea política el pasado mes de marzo con su nombramiento como delegado del Gobierno tras permanecer siete años apartado de la política. El que fuera secretario general del PSdeG entre 2013 y 2016 dimitió como líder del partido en Galicia tras ser investigado por la jueza Pilar de Lara en relación a varios delitos, todos ellos archivados.
SÁNCHEZ ESPERA ACABAR CON LAS DÉCADAS DE MAYORÍAS ABSOLUTAS DEL PP EN GALICIA
Las mayorías abrumadoras de Alberto Núñez Feijóo y de sus antecesores no parecen asustar al presidente en funciones, que pretende ganar terreno en una comunidad que sólo conquistó el PSOE con Fernando González Laxe (en coalición con otros partidos, entre 1987 y 1990), y Emilio Pérez Touriño (con el BNG), que alcanzó en 2005 la presidencia de la Xunta tras los 15 años consecutivos de Manuel Fraga Iribarme, y dejó su sillón presidencial a Alberto Núñez Fejióo en 2009.
Después de estas dos incursiones, y no en solitario, pese a ser la segunda formación política más votada en la comunidad gallega, el PSdG ha ido dando tumbos a falta de un líder autonómico que cogiera sus riendas. Ante la impotencia por las mayorías absolutas, los dirigentes de Ferraz hasta llegaron a proponer a Abel Caballero, el único que goza de reconocimiento en la autonomía gallega, para presentarse como candidato a la presidencia. Pero Caballero rehusó la propuesta alegando que ya había sido ministro de la nación y que estaba satisfecho con sus mayorías absolutas como alcalde de Vigo. Y sus luces.
Ahora, Pedro Sánchez parece que optará por José Ramón Gómez Besteiro como el candidato con el que dar un impulso al PSOE en Galicia y presentar cara a Alfonso Rueda, sustituto de Núñez Feijóo en la presidencia, que deberá afrontar sus primeras elecciones como cabeza de lista del PP gallego.
El PSdG no sabe cómo salir del laberinto en el que lleva años metidos, donde no ha sabido encontrar el camino para ganarse la confianza de los gallegos. Los enfrentamientos internos y algunos escándalos en diversas provincias han alejado a los votantes de las papeletas socialistas.
EL PSdG HA PERDIDO VOTANTES EN LAS ÚLTIMAS ELECCIONES MUNICIPALES Y GENERALES
Los últimos rotos del PSdG datan del Congreso que el partido celebró en 2021. En esas primarias salió elegido como nuevo secretario general, Valentín González Formoso, que ganó en A Coruña y Lugo. Su labor era volver a unir al partido también en Pontevedra y Ourense para las que el favorito fue Gonzalo Caballero. Pero fue un cierre de crisis en falso.
Los resultados de las elecciones generales del 23J mostraron a Pedro Sánchez que el peso del Partido Socialista Gallego sigue a la baja. Mientras el PP ganaba 3 diputados hasta sumar 13 diputados nacionales, el PSOE perdía tres diputados hasta bajar su representación en el Congreso de los Diputados a 7. Los otros partidos que lograron tener diputados electos fueron Sumar con 2 y BNG repetía con 1.
Y en las elecciones municipales del pasado 28M también esa desafección del electorado a los socialistas se puso en evidencia. El único partido que perdió votos fue el PSdG, mientras PP y BNG subieron. El PP, ya sin Núñez Feijóo en la presidencia, pasó de obtener el 33,39% de los votos en 2019 a subir al 38,45% en 2023. El PSdG perdió en esos mismos cuatro años 76.002 votos al recibir el 29,17% de las papeletas. Estos resultados municipales se tradujeron en que el PP logró 146 alcaldías, los socialistas, con 96 más otras tres rotatorias, y el BNG se ha quedado con 32.
LOS ESCÁNDALOS PERSIGUEN A LOS SOCIALISTAS GALLEGOS
Junto a las luchas internas, al PSdG también le persiguen los escándalos políticos, en su mayoría por corrupción en algunas de las ciudades donde ha gobernado. El más reciente se conoció a mediados de junio, después de las elecciones municipales y antes de las generales. En Santiago de Compostela, donde los socialistas habían gobernado en coalición con el BNG, el 28M consiguieron los votos suficientes para gobernar en solitiario.
Un escándalo en la venta de viviendas protegidas ha sido el marco en el que el alcalde y el portavoz del BNG, Néstor Rego, escenificaron sus discrepancias, con duras críticas y descalificaciones, según recogió el periódico La Voz de Galicia. El origen del escándalo surgió tras la denuncia en la Empresa Municipal de Vivenda e Solo, S.A. (Emuvissa) de una promotora privada, Plavimundo, por vender presuntamente con sobreprecio pisos de protección autonómica en un polígono gestionado por la entidad municipal.
La empresa municipal adjudicó dos parcelas a la promotora, que había adquirido fincas en el polígono y que, cumpliéndose el trámite legal, recibió de Emuvissa un volumen de edificabilidad equivalente a unas 88 viviendas en pago por la expropiación. Éste ha sido un caso más.