Pedro Sánchez sigue con sus gestos para intentar bandear la situación. Parece que le da grima aparecer en una foto con Carles Puigdemont. La está evitando a cualquier precio. Y de momento, en su primera ronda de contactos ha dejado claro que hasta que no esté todo bien atado no va haber aproximación ni en persona ni por teléfono. Sin embargo, Carlos Puigdemont le exige que el acuerdo con Junts incluye una foto de ambos, o en último caso con Félix Bolaños.
La muestra es reciente. El candidato a la investidura tenía previsto en su agenda reunirse con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián y, saltó la sorpresa. Dos horas antes el propio Pedro Sánchez llamó por teléfono a Oriol Junqueras. Hablaron 40 minutos. No se puede olvidar que el líder de ERC se ha pasado dos años en la cárcel y fue indultado. Lo que aún le queda pendiente es eliminar los años de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Carlos Puigdemont ha exigido a Pedro Sánchez una foto juntos, o en último extremo, con Félix Bolaños
Sobre el contenido de su conversación desde el PSOE y ERC han confirmado que el presidente del Gobierno en funciones explicó al líder de ERC su «necesidad» de alcanzar un acuerdo de «avances y estabilidad» para la nueva legislatura. Por su parte, Junqueras explicó que le había trasladado a Sánchez la «necesidad» de avanzar en la negociación de las principales demandas de ERC de cara a la investidura. El líder de ERC puso especial énfasis en la «importancia» de los avances en clave política, social y antirepresiva fruto de los últimos años de negociación política entre ambas formaciones. Tras la conversación, ambos líderes coincidieron en destacar que la conversación había sido «una muestra de cordialidad y respeto mutuo y un paso más hacia la normalidad política».
SÁNCHEZ ASISTIÓ A LA REUNIÓN DE JUNTS, PERO NO HUBO LLAMADA A PUIGDEMONT
La conversación entre Sánchez y Junqueras tuvo lugar a primera hora del miércoles. Dos días después, este viernes, el presidente del Gobierno en funciones tenía prevista su reunión con Junts -tras asistir a la reunión con EH Bildu-, también en el Congreso de los Diputados. Santos Cerdán acompañó al presidente y por Junts estaba sola la portavoz de la formación, Míriam Nogueras. Eso fue todo. No hubo llamada de Sánchez a Puigdemont.
Nogueras trasladó a Sánchez una transcripción de la conferencia que el expresidente catalán Carles Puigdemont, fugado de la Justicia española desde 2017, pronunció el pasado 5 de septiembre en Bruselas y en la que fijó las condiciones de Junts para su eventual apoyo a Sánchez. De sobra sabe el presidente del Gobierno en funciones y todos los españoles que Carles Puigdemont quiere la amnistía, la autonomía económica de Cataluña y un referéndum de autodeterminación. También se ha sumado al carro de que se hable catalán en las instituciones europeas propuesto por ERC.
Pese a no explicar nada del contenido de la conversación para «no entrar en el juego de las filtraciones», y aclarar que «cuando tengamos algo que decir, lo diremos», la portavoz de la formación independentista sí quiso destacar que por lo visto en el encuentro Sánchez pretende aplicar la misma receta que en la anterior legislatura en Cataluña. «No son los votos de Junts los que está buscando». Nogueras concluyó al respecto que «esa fórmula se ha demostrado inútil».
ERC VE LA JUGADA DE SÁNCHEZ Y AVISA A JUNTS QUE EL PRESIDENTE «JUEGA A LA DIVISIÓN» DE LOS INDEPENDENTISTAS CATALANES
Ante la diferencia de trato dado por Sánchez a Junqueras y a Puigdemont, el diputado de ERC en el Congreso Francesc-Marc Álvaro ha avisado a Junts de que negociar por separado la investidura de Pedro Sánchez da al PSOE «una capacidad que no tendría si lo hicieran juntos».
ERC cree que negociar por separado (ERC y Junts) con Sánchez le «da ventaja»
A su juicio, la actual situación «da ventaja» a los socialistas, al tiempo que hace referencia al falso debate sobre la unilateralidad, porque mientras los socialistas piden a ERC esa que reclamemos esa unilateralidad, a los responsables de Junts les piden que la abandonen.
Álvaro ha reconocido la capacidad que tiene Sánchez para crear «un marco nuevo que otros no esperan», dado que es un «político no previsible». Por este motivo, el diputado catalán no descarta que el candidato socialista a la investidura «tenga un plan B».