El Consistorio de Barcelona ha presentado su primer informe de presupuestos en la que cargan las armas contra los turistas que decidan visitar la ciudad condal a partir de 2024. El gobierno del alcalde, Jaume Collboni, que se pone al frente de su primer gran reto desde que tomó posesión, tiene la intención de aplicar un aumento general en el recargo municipal que se aplica en las tasas turísticas.
Así plantean las cosas desde el nuevo gobierno, Collboni presentó su propuesta inicial gestión de impuestos, que considera 3.735 millones de euros, un 3,9% más que este 2023, lo que supondría un aumento de 140 millones respecto a 2023.
EL GOBIERNO SOCIALISTA PLANTEA DUPLICAR LA TASA DE TURISMO EN BARCELONA
Si salen bien las cuentas de Collboni, aquellos que visiten su ciudad vía crucero de corta estancia y aquellos que se hospeden en departamentos turísticos pasarán de pagar un impuesto de 2,75 euros a 4 euros. Si a esta subida se le añade el importe IEET (impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos) queda en 7 y 6,25 euros al día, para los cruceristas y huéspedes, respectivamente.
Subir el impuesto a los turistas en Barcelona podría suponer una perdida de turismo en la ciudad
En estos momentos, la misma tasa se cobra por 5,75 y 5 euros. Con esta nueva iniciativa, el Ayuntamiento catalán aplicará el máximo de 4 euros que estableció cuando se llevó a trámite el recargo municipal sobre la tasa turística.
Este impuesto turístico comenzó a la baja con un precio de 0,75 euros en 2020 y ha ido aumentando de manera progresiva en estos tres años. Esta medida de Collboni terminará provocando que los turistas se piensen dos veces antes de pernoctar en su ciudad. Estos verán que les sale más barato pasar la noche a las afueras de la ciudad y desplazarse para visitarla.
BARCELONA NO ES LA ÚNICA CIUDAD QUE COBRE UNA TASA TURÍSTICA
En Mallorca también se han implementado una tasa de turismo con el objetivo de frenar los efectos de la sobrepoblación y la explotación en la isla. En Baleares, el Impuesto de Turismo Sostenible se aplicará a todos los tipos de alojamiento vacacional, además de los cruceros. El precio de esta «ecotasa» no es fijo, sino que varía en función de distintos factores.
En el caso de los turistas que visiten la isla en temporada baja (de 1 de noviembre a 30 de abril) solamente tendrán que abonar el 75% de las tasas, mientras que las estancias superiores a los ocho días recibirán un descuento del 50% cuando sobrepasen el noveno día consecutivo pernoctando en la isla. Dependiendo del tipo de hotel en el que el visitante se hospede, deberá pagar un precio u otro. La tasa más elevada se posiciona en 4 euros al día por huésped. Por ejemplo, una familia de 4 miembros que se quede en una vivienda turística durante 1 semana (con un costo de 2 € al día por huésped) tendrá que abonar un total de 56 € por su estancia.
Valencia es otra de las ciudades donde existe la tasa turística. El impuesto se acordó cuando Ximo Puig estaba al frente y se estableció que sería de carácter municipal y voluntario, y que oscilaría entre los 0,5 céntimos y los 2 euros por día, dependiendo del tipo de alojamiento.
EL MADRID DE AYUSO SE DESVINCULA Y FOMENTA EL TURISMO EN LA COMUNIDAD SIN LA TASA
Mientras en otras ciudades y comunidades autónomas cobran un impuesto a sus turistas por visitar la ciudad, la Comunidad de Madrid cuida a sus visitantes tanto nacionales como extranjeros y no les cobra una tasa turística. En Madrid, este impuesto no se está aplicando hoy en día, ya que el Ayuntamiento de la capital explica que, sin la reforma de la Ley, este tipo de tasas no poseen ningún tipo de validez legal.
Un claro ejemplo de la implicación del Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso por potenciar la marca Madrid por todo el mundo. Un ejemplo de ello son los viajes de la Ejecutiva Popular madrileña que hace por Estados Unidos para reunirse con inversores.
El resultado de que Madrid no posea un impuesto especial al turista se ha visto en el último gran acontecimiento que se ha llevado en la capital, el orgullo LGTBI+. Un evento, por el cual la ciudad de madrileña se embolsó de media durante el fin de semana unos 54 millones de euros diarios y los días de semana 13 millones.