EH Bildu ha conseguido lo que quería en la negociación para la investidura del candidato a la presidencia, Pedro Sánchez: la fotografía que le legitima como partido institucional, al ser la primera vez que se reúne con un presidente del Gobierno de la nación.
A la reunión, que duró 70 minutos de reloj, los portavoces de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, y en el Senado, Gorka Elejabarrieta, no llegaron con ninguna exigencia, línea roja o ultimátum. El coordinador de la formación de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, ya había anunciado con la antelación de casi tres meses (el 24 de julio, un día después de las elecciones generales) el voto de sus cinco diputados a Pedro Sánchez. Un compromiso que había reiterado esta misma semana, el lunes.
Otegi, al que no se esperaba en este encuentro y que no parece que vaya a aparecer nunca con un presidente del Gobierno, lo había dejado claro, quiere contribuir a que Sánchez tenga suficiente estabilidad en la legislatura para que se pueda abordar el «reto territorial» a lo largo de los próximos cuatro años. Con la reunión de este viernes lo que buscaban era algo inédito hasta ahora: la fotografía que les legitime como un partido político más, pese a las críticas de PP, Vox o Ciudadanos.
Mertxe Aizpurua le confirmó a Sánchez su apoyo a la investidura para «frenar a las derechas reaccionarias», y le ha pedido «ambición» para seguir avanzando en políticas sociales y laborales y, además, abrir «un debate en torno a la plurinacionalidad del Estado y los derechos nacionales del pueblo vasco».
EH BILDU AUMENTA EN CADA ELECCIÓN SU PESO EN EL CONGRESO, PARLAMENTO AUTONÓMICO Y AYUNTAMIENTOS
EH Bildu sigue desmarcándose de las peticiones para que pida perdón a las víctimas de ETA. Ni siquiera han condenado el último ultraje, el ataque a la tumba de Fernando Buesa. Pero la Constitución le permite presentarse a las elecciones generales, autonómicas y locales. Y elección tras elección está aumentado su peso en todas instituciones: Congreso, Parlamento regional y ayuntamientos.
Desde su llegada al Congreso le han arreciado las críticas por su pasado vinculado a la banda terrorista y su negativa, al menos, de dar un perdón habilitante. La fotografía conseguida este viernes viene a darle la legitimación definitiva. Ningún presidente del Gobierno había querido fotografiarse con los diputados de EH Bildu, y en política los gestos siempre importan.
Desde su llegada al Congreso le han arreciado las críticas por su pasado vinculado a la banda terrorista y su negativa, al menos, de dar un perdón habilitante
Detrás de EH Bildu existe una coalición de organizaciones con Sortu como fuerza mayoritaria. Sortu es el partido que lidera Arnaldo Otegi y que tiene en su dirección al último jefe de ETA, David Pla. En el Congreso de los Diputados tampoco perdonan que en las últimas elecciones municipales (28M) la formación incluyera en sus listas a condenados de la banda terrorista. La presión política les obligó retirarles de las listas. Y por otro lado, forman parte de esta misma coalición Eusko Alkartasuna, el partido que surgió tras la escisión del PNV; Aralar, del que forman parte miembros de la izquierda abertzale que condenaron a ETA, y Alternatiba (escisión de IUEB).
Y otro gesto. El presidente del Gobierno en funciones hasta ahora había delegado en sus portavoces parlamentarios para mantener las reuniones para su investidura con los partidos políticos minoritarios. En esta ocasión, sin embargo, Sánchez se incorporó en esta primera toma de contacto, acompañado de el secretario de organización el PSOE, el navarro Santos Cerdán. Luego se concretarán los detalles en una comisión negociadora.
PSE, PNV Y EH BILDU SE ENFRENTARÁN EN LAS ELECCIONES AUTONÓMICAS DEL AÑO QUE VIENE
En las pasadas elecciones generales del 23J, los resultados en el País Vasco mostraron una pugna muy igualada entre el PSE (los socialistas fueron los que más votos lograron), PNV y EH Bildu. De los tres, el PNV fue el más damnificado al perder cerca de 100.000 votos, lo que ha igualado las fuerzas entre ellos y la formación abertzale. Lejos de ellos se quedaron PP y Sumar. Y si se agregan los resultados en Navarra, EH Bildu logró un diputado más que PNV para su representación en el Congreso de los Diputados.
En este rompecabezas en el que se ha convertido la investidura de Pedro Sánchez, con nueve partidos -Sumar (Podemos e IU), ERC, Junts, EH Bildu, PNV, CC y BMG- exigiendo condiciones a cambio de sus votos, el juego de equilibrios también se centra en las ambiciones autonómicas que, en el caso del País Vasco, todavía está más candente al celebrarse el próximo año las elecciones autonómicas. Con PNV y EH Bildu muy igualados, y el PSE con opciones de tener el futuro lehendakari.
Por tanto, Sánchez tendrá que equilibrar las concesiones entre EH Bildu y PNV, que ninguno de los dos parezca el ganador del posible debate territorial que exigen ambas formaciones. Y, al mismo tiempo, no puede dejar relegado en lo que se avance en el País Vasco por las peticiones de ambos a su propio candidato socialista para ser lehendakari.
Hasta el pasado miércoles, 11 de octubre, Eneko Andueza, ha sido el único aspirante socialista a la Lehendakaritza en las primarias del PSE-EE. Todavía hay plazo hasta el próximo viernes, 20 de octubre, y no se descarta que en las primarias socialistas vascas se presente el actual portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Patxi López, que contaría con el apoyo de Ferraz. Patxi López, de momento, parece haber sido arrinconado de las negociaciones para la investidura. En la reunión con EH Bildu fue llamativa la ausencia de López en la reunión, a la que sólo asistió Santos Cerdán con Sánchez.