María Jesús Montero y el Gobierno del PSOE inician la guerra por la financiación autonómica pese a estar aún en funciones y sin sesiones de control en el Congreso de los Diputados. La ministra de Hacienda ha emitido un duro informe contra el denominado ‘dumping’ fiscal de la Comunidad de Madrid, liderada por Isabel Díaz Ayuso.
Hacienda ha mostrado su preocupación por la supresión que están llevando a cabo las autonomías gobernadas por el PP, especialmente en la locomotora de España en la que se ha convertido Madrid, por suprimir, entre otros, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. La propia Ayuso ha sido una de las primeras en contestar a esta reforma al advertir que eliminar estas competencias va en contra la Constitución, al invadir competencias, y califica la intromisión en la fiscalidad de las autonomías de «catetada».
La presidenta madrileña ha asegurado que «Madrid no compite con otras regiones sino que compite con otras capitales extranjeras», y ha concluido diciendo que «es una falta de lealtad» tras afirmar que es «incomprensible el trabajo constante del Gobierno contra Madrid».
También la consejera de Economía de la Comunidad Valenciana, Ruth Merino, ha rechazado que el Gobierno central obligue a fijar un mínimo en los tributos autonómicos por entender que la «competencia fiscal entre las autonomías es sana». Al igual que Madrid y Comunidad Valenciana, el resto de los presidentes autonómicos ha mostrado su rechazo.
MONTERO BUSCA ACABAR CON LA FISCALIDAD DEL PP
Todo ha empezado por un informe realizado por el Ministerio de Hacienda, con María Jesús Montero al frente, en el que se muestra la preocupación por la carrera emprendida por las comunidades autónomas gobernadas por el PP para eliminar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. El Ministerio de Hacienda, dirigido por María Jesús Montero, interpreta que es una «espiral en la que no se puede entrar». No obstante, para suavizar la propuesta, aseguran en el Departamento que no se introducirá ningún cambio que no cuente con el acuerdo del PP. Y es que, habría una manifiesta invasión de competencias al ser medidas sobre impuestos cedidos por la Administración.
Ante esta situación, desde el Ministerio dirigido por Montero se asegura que se incluirá la «armonización fiscal» a la reforma prevista de la financiación autonómica en la próxima legislatura. Precisamente la reforma de la financiación autonómica, recuerdan, estaba incluido en su programa electoral, algo que no ha ocurrido ni con la amnistía ni el referéndum que los socialistas están negociación con Junts y ERC.
MONTERO Y LA POSIBLE INVASIÓN DE COMPETENCIAS
Si en las anteriores legislaturas no fue posible que el PSOE y el PP pactaran una reforma del sistema de financiación, de gobernar Pedro Sánchez en una nueva coalición no parece que vaya a ser posible, dado que 11 comunidades están gobernadas por el PP y ya han dejado claro que no admitirán una centralización fiscal.
No obstante, en Hacienda quieren aprovechar las diferencias que se están produciendo entre las comunidades gobernadas por el PP, y ponen como ejemplo lo que está ocurriendo entre Madrid y Andalucía. El «dumping» fiscal, o competencia desleal entre comunidades, podría ser el arma arrojadiza de unas regiones contra otras en el proyecto del Gobierno.
El futuro equipo económico del Gobierno no sólo tendrá que evitar el rechazo de las autonomías gobernadas por el PP, que ya han mostrado su rechazo nada más hablarse de ello, sino que también tendrá que buscar el consenso entre los propios barones socialistas autonómicos, que en anteriores intentos de reforma no lograron ponerse de acuerdo, sobre todo, en el método de cálculo para alcanzar esa armonización fiscal, al no coincidir las necesidades de las regiones más pobladas con las que tienen menos población.
LOS BARONES DEL PP, EN CONTRA DE MONTERO
En estos momentos, la carrera por reducir o eliminar el Impuesto de Sucesiones ya se ha disparado. A las medidas en este sentido que ya habían aprobado Madrid y Andalucía, y ya se hablaba de «competencia desleal entre comunidades», se han sumado desde el 28M las rebajas de Baleares, Comunidad Valenciana, La Rioja y Canarias.
El Gobierno insiste en que su objetivo es garantizar un mismo trato fiscal a todos los ciudadanos
El Ministerio de Montero insiste en que su objetivo es garantizar un mismo trato fiscal a todos los ciudadanos con independencia del lugar donde vivan, según figuraba en el programa electoral socialista, para lograr un «equilibrio óptimo» en el ejercicio de las competencias de las comunidades sobre los impuestos para que la fiscalidad «no distorsione las decisiones de los proyectos de los ciudadanos o de inversión de las empresas».
MONTERO Y EL PP, EN LAS ANTÍPODAS
Pero en este punto del programa electoral, no se esperaban que los resultados electorales del 28M dejaran al PSOE prácticamente sin comunidades que gobernar. La práctica mayoría de las autonomías del PP ya han empezado a ‘tocar’ este impuesto, sabiendo que en el Senado cuentan con la mayoría absoluta para poder tramitar una proposición de ley que recoja la supresión del Impuesto de Sucesiones en todo el territorio nacional.
Dicha propuesta incluye las compensaciones que el Gobierno tendrá que abonar a través de la financiación autonómica por la menor entrada de dinero vía impuestos autonómicos. Todo lo opuesto a lo que propone el Gobierno socialista, por lo que no parece que en la próximo legislatura vaya a haber un acuerdo. Otra vez.
Las antípodas en las que se encuentran ambas formaciones políticas se pone de manifiesto por una sencilla razón, explicada por la propia presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso: que no pidan ni a Madrid ni a otras comunidades que ejerzan su derecho a la autonomía fiscal mientras dejan que en el País Vasco y en Cataluña hagan «lo que les da la mismísima gana» con los tributos.
Ayuso exige que no pidan ni a Madrid ni a otras comunidades que ejerzan su autonomía fiscal cuando «País Vasco y Cataluña hacen lo que les da la gana» con los tributos
Montero y la parte socialista del Gobierno se encontrarán además con las exigencias de su socio de coalición, ya que Sumar se encuentra más centrada en los ingresos, que en la progresividad de los socialistas, y pugnarán por mantener impuestos como el que se han puesto a las energéticas o a la banca, además de ver cómo se puede sacar más partido fiscal de los beneficios extraordinarios de las compañías.