Intolerancia a la lactosa , la última ¿moda? de la alimentación

Cada vez hay más gente que resulta ser intolerante a la lactosa. Hace décadas esto era prácticamente imprescindible. Pero ¿Qué es la intolerancia a la lactosa? ¿Quiénes la padecen? ¿Es algo grave que penaliza nuestra vida cotidiana? ¿Se trata de una moda de la nueva nutrición? Destripamos todo sobre la intolerancia a la lactosa

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¿Los productos sin lactosa son más costosos?

Cuando se habla de productos para dietas especiales, como sin gluten o sin lactosa, una de las primeras cosas que se nos viene a la mente es su coste. Es comúnmente aceptado que estos productos tienden a ser más costosos que sus contrapartes regulares, pero ¿es esto realmente cierto? ¿Son los productos sin lactosa realmente más caros que los que contienen lactosa?

La respuesta a esto no es tan sencilla como podamos creer. Para empezar, el costo de cualquier producto es determinado por una serie de factores, entre ellos el proceso de producción, los ingredientes que se usan y el desarrollo del producto.

En términos de productos sin lactosa, una de las principales razones de su coste adicional se puede atribuir al proceso de fabricación. Explicado de manera simple, para crear productos sin lactosa, se utiliza una enzima llamada lactasa para descomponer la lactosa en glucosa y galactosa. Este es un paso adicional en el proceso de fabricación que no está presente en la producción de productos lácteos regulares, y por lo tanto, conlleva un coste adicional.

Además, debido a que el mercado de productos sin lactosa es más pequeño en comparación con el de lácteos regulares, las economías de escala pueden no llegar a ser tan beneficiosas. Las empresas que producen estos productos pueden tener que repartir sus costos fijos en un volumen de ventas menor, lo que puede resultar en precios más altos para el consumidor.

Pero todavía hay matices que se deben tener en cuenta. Por ejemplo, en ciertos mercados y regiones donde la demanda de productos sin lactosa es alta, los precios pueden ser comparables a los de los productos lácteos regulares. También, cada vez son más los supermercados y tiendas de comestibles que presentan productos de su propia marca sin lactosa a precios más accesibles.

Asimismo, si bien es cierto que en términos de costos inmediatos, los productos sin lactosa pueden ser más caros, muchas personas con intolerancia a la lactosa argumentan que los beneficios para la salud y la comodidad que proporcionan valen el precio adicional.

Haciendo un balance, si bien los productos sin lactosa pueden ser un poco más caros en general, es importante enfocar estas diferencias de costos en términos de cómo estos productos benefician a las personas que los necesitan. En general, la tendencia es que a medida que aumenta la demanda de productos sin lactosa, los precios podrían comenzar a nivelarse con los lácteos regulares, haciendo que estas opciones sean cada vez más accesibles para todos.