sábado, 23 noviembre 2024

El PP acorrala a Vox en las calles y en las instituciones

El PP comienza a acorralar a Vox. Santiago Abascal parece una sombra de lo que era. Alberto Núñez Feijóo le está ganando la partida desde el 23J. Vox había perdido fuerza en el Congreso de los Diputados y su ayuda, aunque necesaria, ya no era tanto. Dado que Vox había conseguido desde el 28M entrar en gobiernos y autonómicos, Abascal se dio por satisfecho, mientras dejaba a Feijóo fracasar en su intento de ser investido. Por eso, ni le había pedido formar parte de su futuro gobierno.

Feijóo acaba de reconocer que no quería pactar con Vox, pero para evitar la repetición de elecciones en comunidades como la valenciana, extremeña o murciana, no le había quedado otro remedio. Un desprecio hacia Vox que ni siquiera ha sido contestado.

Pero la iniciativa que antes llevaba Vox para hacerse visible en las calles, con manifestaciones a troche y moche por cualquier ley que estuviera tramitando el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, también se la está quedando el PP.

Primero la manifestación del 24 de septiembre contra la amnistía, a sólo tres días del inicio del debate de investidura. Y ahora la que tendrá lugar en Barcelona este domingo 8 de octubre. La convocatoria de Vox, tarde y poco difundida, de manifestarse en la Plaza de Colón, también contra la amnistía parece pasar desapercibida.

EL PP TAMBIÉN COMIENZA A INCUMPLIR ALGUNOS PACTOS EN COMUNIDADES Y AYUNTAMIENTOS

El presidente del PP ha marcado su camino. Si Pedro Sánchez consigue ser investido, Feijóo será el líder de la oposición. No como en 2019 en que al principio Abascal le plantó cara a Pablo Casado reivindicando esa posición. Si hay Gobierno de coalición otra vez, Feijóo llevará la voz cantante. Además cuenta con la fuerza de su mayoría absoluta en el Senado para intentar frenar todo el tiempo que se pueda las leyes que le lleguen del Congreso.

Pero Santiago Abascal, además, está empezando a tener los primeros tropiezos en algunas comunidades y ayuntamientos. La ruptura más extrema de Vox ha sido la protagonizada por Foro Asturias en Gijón, donde gobernaba el ayuntamiento con Vox y PP. La alcaldesa, Carmen Moryón, ha dado un puñetazo en la mesa y con un «se acabó» en la red social de X, daba por roto el acuerdo de gobernabilidad con Vox.

El origen de la ruptura ha sido el enfrentamiento con la diputada regional y concejala de Festejos, Sara Álvarez Rouco de Vox, que anunció a los medios de comunicación, sin decírselo a nadie, que cambiaría el Festival Internacional de Cine de Gijón para alejarlo de los «sesgos y partidismo» y centrarlo en el «trabajo, esfuerzo y respeto a todos», los principios de su partido.

EL PP HA COMENZADO LOS PRIMEROS DESENCUENTROS CON VOX EN EXTREMADURA

Pero volviendo a las relaciones solo entre PP y Vox, la formación de Abascal ha empezado a tener los primeros tropiezos con María Guardiola, quien desde un primer momento se mostró reticente a formar gobierno con Vox. Para evitar la repetición de elecciones, pactó un acuerdo de 55 puntos. Empezó haciendo caso para bajar el impuesto de Patrimonio, la reducción de las ayudas a los comedores escolares. Pero hasta ahí.

Guardiola apoyó una iniciativa del PSOE para el cumplimiento en la comunidad de la Ley del Aborto, mientras el enfado de los diputados regionales de Vox clamaba en favor del derecho a la vida.

El segundo desencuentro tuvo lugar cuando el consejero de Economía extremeño, Guillermo Santamaría (PP), confirmaba que su gobierno no iba a recortar las subvenciones que reciben los sindicatos y patronal de la región. Este recorte estaba recogido en los acuerdos que PP y Vox de Extremadura habían firmado para facilitar la investidura de María Guardiola como presidenta.

La última notica es que la consejera de Gestión Forestal y Mundo Rural de la Junta de Extremadura, Camino Limia, única representante de Vox en el gobierno de la popular María Guardiola, ha presentado su dimisión alegando motivos personales.

EN CASTILLA Y LEÓN, VOX EMPIEZA A QUEJARSE DE LA LENTITUD DEL CUMPLIMIENTO DEL ACUERDO

El líder del PP de Castilla y León ralentiza la puesta en marcha de los acuerdos de Gobierno con Vox
El líder del PP de Castilla y León ralentiza la puesta en marcha de los acuerdos de Gobierno con Vox

Y una de las alianzas primeras, la del líder del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco con el líder de Vox, Juan García-Gallardo, comienza a sembrar dudas. Esta semana acaban de aprobar una propuesta para cumplir el pacto de gobierno después de un año y medio. No parecía tener mucho sentido aprobar algo ya acordado. Mañueco recalca que es un solo gobierno, pero lo curioso es que no se ha avanzado mucho en los puntos pactados: 32 puntos y 11 ejes.

Pero ni el decreto de concordia ni la ley de violencia intrafamiliar, tras las largas dadas por el presidente de la Junta, y las quejas de los de Vox de la lentitud en la tramitaciones, y hasta escondiendo que en el caso de la Ley de Violencia Intrafamiliar se presentó en verano para que llegaran sugerencias, y al mes se cerró el plazo, sin que Vox se enterara.

La misma lentitud tiene la Ley de la Concordia, propuesta por Vox para sustituir la Ley de Memoria Histórica. Bastante tiene Fernández Mañueco con terciar con los improperios y salidas de tono del vicepresidente de la Junta, García-Gallardo, muchas veces sin saber dónde meterse.