Los adversarios políticos de Madrid se quedan pequeños para Isabel Díaz Ayuso. Muestra de ello es el circo montado por Más Madrid en la Asamblea tras un durísimo vapuleo de la presidenta de la Comunidad, donde ha dado a todos, especialmente a Yolanda Díaz, líder de Sumar y ministra de Trabajo, y su alocada teoría de los cohetes para los ricos.
La líder del PP madrileño ha aguantado los insultos, el único argumento de la izquierda madrileña para desmerecer la gestión de la política. El último exabrupto responde a una actitud infantil y poco cuidada, tan simple como un «facha» en la Cámara de representantes de los madrileños.
Si los insultos no eran suficientes, los socialistas madrileños le han dado más munición de cara a futuras contiendas electorales al PP de Madrid. En el voto secreto en la moción contra la amnistía, el PSOE ha aceptado las tesis de Pedro Sánchez, dejando así en evidencia a Juan Lobato, líder de los socialistas madrileños. Para los ‘populares’ de Ayuso, se trata de un error histórico asumir las tesis nacionalistas, que se refieren a este desafío como un «conflicto político», sin intromisión de los tribunales, pese a que los propios denominados progresistas se posicionaron a favor de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
AYUSO PARA LOS PIES A JUAN LOBATO EN MADRID
Una vez superada la amnistía, los separatistas irán a más. No es que sea un secreto a voces, es que los nacionalistas e independentistas tienen un único objetivo y a más medidas y favores más crecen. Se les ha alimentado durante décadas con prebendas y ahora se recogen los resultados.
«Que lo pretenda Sánchez es previsible porque sabemos que no tiene límites; que lo acepte el socialismo madrileño es un error histórico que ni las buenas formas de Lobato podrán superar si ustedes siguen adelante», critican desde el PP de Ayuso
Pero Ayuso aspira a más. Los contrincantes políticos son ahora presidentes autonómicos e incluso partidos en su conjunto, como el PNV o Pere Aragonès, que vuelve a sacar su «ataque a Cataluña» cada vez que alguien le lleva la contraria. La presidenta de la Comunidad de Madrid sabe sus opciones, como también sus límites, como cuando se le comenta si será la próxima líder del PP. Por el momento, la unidad de los ‘populares’ de Ayuso es más que un hecho, con un Alberto Núñez Feijóo ejerciendo como cabeza visible y con la iniciativa atada para acorralar a Vox.
ARAGONÈS BUSCA PROTAGONISMO EN PLENA MOVILIZACIÓN CONSTITUCIONALISTA
Ayuso pone de manifiesto su defensa de la unidad de España en una plaza como Barcelona, una visita de una presidenta de una Comunidad Autónoma pero sin saludo protocolario ni con el alcalde de la Ciudad Condal, Jaume Collboni, ni tampoco con la presencia del jefe del Ejecutivo autonómico, Pere Aragonès. Se trata de una visita calculada que tendrá lugar el próximo 8 de octubre en pleno corazón de la ciudad que ha vivido intensos disturbios y ataques a las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado desde hace años, pero más intensamente en los últimos seis.
Ayuso ha preferido moverse en uno de los terrenos más pantanosos, difíciles y duros de la política española. El cuerpo a cuerpo con los independentistas no suele dejar un buen sabor de boca, más cuando las respuestas se dan en todos los ámbitos y altavoces mediáticos, no se queda en un enfrentamiento de igual a igual sino de todos contra uno. Pero su movilización a la manifestación contra las negociaciones del PSOE con Junts y ERC, bajo el lema «No en mi nombre: ni amnistía ni referéndum», deja clara su postura a pesar de representar a todos los madrileños.
EL PSOE MADRILEÑO DE LOBATO Y SU GRAVE ERROR
Ayuso ha cargado duramente contra el PSOE madrileño por aceptar la amnistía, una medida de gracia para que vuelva a reinar la «convivencia» en Cataluña. «Una amnistía para que los golpistas vuelvan a delinquir, que vuelvan a atentar contra España, contra la separación de poderes y que pretendan que desde la capital de España nos callemos», ha azuzado la líder ‘popular’ desde su escaño en la Asamblea de Madrid. Asimismo, ha señalado que sí le importa que tanto a la provincia de la capital de España como a Cataluña «les vaya bien».
La líder de la Asamblea de Madrid no se esconde ni tampoco se muerde la lengua ante las negociaciones entre PSOE, Junts y ERC por la amnistía al asegurar que los independentistas lo «volverían a hacer», tal y como ha asegurado en más de una ocasión el separatismo más irredento y el propio Carles Puigdemont.
Ayuso ha sacado la artillería económica para mostrar su repulsa a un pacto de estas características e inédito en España en tiempos de paz. Para el PSOE, sin embargo, hay un «conflicto» que debe resolverse desde la política y no en los tribunales como se ha ido haciendo hasta ahora. Los pagos que deberán hacer los madrileños por el peaje que negocian los socialistas va más allá de puestos y asientos al tener una incidencia en el reparto del dinero.
AYUSO EVITA NOMBRAR A ARAGONÈS, PERO ÉSTE LE RESPONDE
Y es que, tanto Puigdemont como Aragonès buscan ahora un concierto vasco con encaje para Cataluña, con la gestión de los tributos y rompiendo la caja única de la Seguridad Social, al mismo tiempo que se exige en Cataluña el pago de las pensiones cuando la deuda ahoga. También se especula con una quita de deuda, una de las líneas exigidas por ERC para aliviar las arcas públicas catalanas.
Por este motivo, Ayuso ha hecho un llamamiento a la movilización del próximo 8 de octubre en Barcelona. «España sí es una nación y no puede quedar en manos de minorías rabiosas que la odian», ha arengado. Asimismo, se ha acordado de los catalanes no independentistas, silenciados durante décadas, incluso con el beneplácito del PP, «que sufren a los separatistas cada día». Para ellos, les ha dicho una de las arengas más repetidas desde el resto de España: «No están solos».
Ayuso arenga a acudir a la manifestación de Barcelona el próximo 8 de octubre
En este sentido, ha señalado que son los verdaderos sufridores de los pactos entre separatistas y socialistas, con un perfil tan bajo que no se ha incluido a ninguno del PSC en las negociaciones con Puigdemont. «Son ciudadanos que tienen que soportar a sus políticos, incapaces de gestionar para todos», ha dicho. De esta forma, Ayuso pondrá un pie en Barcelona por «la libertad en Cataluña y España entera», eso sí estará como en casa por más que Aragonès niegue la mayor.
ARAGONÈS Y SU VICTIMISMO HABITUAL
El líder de ERC y presidente de la Generalitat ha entrado en el cuerpo a cuerpo para asegurar que «Cataluña es una nación», mientras asegura que «estamos siempre en Catalunya. Este domingo y cualquier otro día, siempre al lado de la ciudadanía». No obstante, en estas negociaciones quienes son contrarios a la independencia tratan de acallarlos por todos los medios.
«Porque Catalunya tiene todo el derecho a decidir su futuro político», ha asegurado el republicano, que mantiene una falsa premisa al no existir ninguna normativa que afecte a España en ese sentido. Asimismo, ha señalado que algunos «están obsesionados con perseguir y reprimir a los catalanes que solo queremos votar». A juicio del presidente de la Generalitat, se ha «menospreciado, económicamente y nacionalmente» a Cataluña, para añadir que se ha reprimido por el mero hecho de ser catalanes.
Este es el mensaje victimista habitual, más cuando fueron los independentistas los que hicieron saltar por los aires el ordenamiento jurídico, pero sin asumir las consecuencias íntegramente por obra y gracia del PSOE. Primero con los indultos, después con una negociación con la amnistía y luego será un referéndum. Todo vale con tal de tener los votos. Pero ese mensaje no cuela ni entre los suyos. El PP superó a Junts y ERC, por separado, en las pasadas elecciones generales.