Los níscalos, también conocidos como níscalos de otoño o rebollones, son uno de los tesoros más apreciados por los amantes de la micología y la gastronomía en muchas partes del mundo. Estos hongos comestibles crecen en bosques de coníferas y robles y se caracterizan por su sabor y textura únicos. Una de las formas más deliciosas de disfrutarlos es prepararlos al ajillo, resaltando su sabor y aroma naturales. A continuación, te presento una receta extensa y detallada para preparar Níscalos al Ajillo que te permitirá aprovechar al máximo esta joya de la naturaleza.
2Receta paso a paso de níscalos al ajillo
- Preparación de los Níscalos (si son frescos): Comienza por limpiar los níscalos con cuidado. Para ello, utiliza un paño húmedo o un cepillo de cocina para retirar cualquier suciedad o residuo. Evita sumergirlos en agua, ya que tienden a absorberla y perderían parte de su sabor.
- Corte de los Níscalos: Corta los níscalos en láminas o trozos, dependiendo de tu preferencia. Algunos prefieren cortarlos en láminas finas para una textura más delicada, mientras que otros los dejan en trozos más grandes para un bocado más sustancioso.
- Calentando el Aceite: En una sartén grande, calienta el aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Agrega los ajos picados y, si lo deseas, una pizca de pimentón. Sofríe los ajos hasta que estén dorados y fragantes. Asegúrate de no quemarlos, ya que esto podría dar un sabor amargo a la preparación.
- Cocinando los Níscalos: Añade los níscalos a la sartén y revuelve para que se impregnen de los sabores del ajo y el aceite. Cocina los níscalos a fuego medio durante unos 10-15 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que estén tiernos y dorados. Durante la cocción, los níscalos liberarán agua, que se evaporará gradualmente, y luego comenzarán a dorarse, lo que aportará un sabor delicioso.
- Deglasado con Vino Blanco: Una vez que los níscalos estén dorados, añade el vino blanco seco a la sartén. Cocina durante unos minutos para que el vino se reduzca y se mezcle con los sabores de los níscalos y el ajo. Esta adición de vino blanco realzará el sabor del plato y dará un toque de acidez.
- Sazón y Terminación: Sazona los níscalos al ajillo con sal y pimienta al gusto. Ajusta la cantidad de sal y pimienta según tus preferencias personales. Continúa cocinando durante unos minutos más para que todos los sabores se integren.
- Servir los Níscalos al Ajillo: Una vez que los níscalos estén tiernos, retira la sartén del fuego y espolvorea perejil fresco picado por encima para darle un toque de frescura y color al plato.
- Presentación: Sirve los Níscalos al Ajillo inmediatamente en platos individuales o en un plato grande como aperitivo o guarnición. Acompaña con pan crujiente para mojar en la deliciosa salsa resultante.