Las urnas dieron a Podemos el pasado 23J un ultimátum. También a otros partidos con menos de existencia, como Ciudadanos que ni se presentó a las elecciones generales. Podemos fue uno de ellos, embarcado en el mismo proyecto que lidera Yolanda Díaz, con cerca de una veintena de organizaciones autonómicas o locales y de diferentes objetivos ideológicos. Su presencia quedó diluida, además, con la marcha de los pesos pesados que le habían dado visibilidad hasta ahora, y otros que abandonan el barco en nuevos proyectos personales.
El ultimátum se lo dieron los resultados electorales, perdiendo presencia en multitud de comunidades y ayuntamientos (Castilla-La Mancha, Galicia, Madrid, Andalucía, Murcia…), y alcanzando los 5 diputados en el Congreso de los Diputados, los mismos que IU. El proyecto de Yolanda Díaz les había ganado la partida, al ‘sumar’ entre todos 31. Pero Podemos ya llegaba tocando fondo en una política errática de enfrentamientos dentro del seno del Gobierno de coalición para intentar separarse de los socialistas y quedarse como protagonistas únicos de algunas leyes. Sus aportaciones quedaban ensombrecidas por las broncas.
Las tiendas de campaña en la Puerta del Sol se han cambiado por chalets en Galapagar
Poco a poco, y con crisis internas por medio, con la desaparición de cofundadores como la gallega Carolina Descansa o el mismo Íñigo Errejón, el proyecto inicial fue cambiando al verse fortalecidos con su participación en el Gobierno, comunidades y ayuntamientos. Después salió Pablo Iglesias, y uno de los últimos en marcharse había sido el ideólogo y cofundador Juan Carlos Monedero. Muchos han formado su propio proyecto, como en Andalucía, o han vuelto a su vida laboral anterior. El movimiento del 15M, que les hizo mundialmente conocidos y sirvieron de ejemplo en otros países, se había desfigurado totalmente. Las tiendas de campaña se han cambiado por chalets en Galapagar.
EL BIPARTIDISMO LE HA GANADO LA PARTIDA A TODOS LOS PARTIDOS SURGIDOS EN LA ÚLTIMA DÉCADA
Si Vox, Ciudadanos y Podemos habían cambiado el panorama de bipartidismo de la transición, los nuevos aires políticos del siglo XXI parece que llegaron para desaparecer pronto. Ciudadanos está como está, descartando ya tener diputados nacionales y buscando su presencia futura en Europa, mientras muchos de sus miembros están enfrascados en nuevos proyectos donde recolocarse. Vox ha sido acallado por el PP de Alberto Núñez Feijóo, y con menos diputados que en 2019.
El toque de atención a Podemos se lo ha dejado Alejandra Jacinto a sus compañeros de formación antes de despedirse. La candidata de Podemos para la Comunidad de Madrid había llegado a Podemos de la mano de Pablo Iglesias para las elecciones autonómicas de 2021, y repitió en las elecciones del 28 de mayo. Captó 158.831 votos, no llegó al 5% necesario para tener presencia en el Parlamento regional y Yolanda Díaz la había captado para Sumar, dado su gran conocimiento de los problemas de vivienda.
En una especie de testamento político, Jacinto se ha referido a la gran complejidad del panorama político y los equilibrios difíciles entre las diferentes organizaciones progresistas que buscan el «cambio social». Pero advertía a sus compañeros de partido que «Podemos va a emprender procesos de renovación organizativa y programática que me parecen oportunos y necesarios», y a no mucho tardar. Pero seguía apostando por la necesidad de Podemos en el avance democrático en España.
PODEMOS TIENE UNA NUEVA OPORTUNIDAD EN LAS NEGOCIACIONES CON SÁNCHEZ
Con Pedro Sánchez buscando apoyos urgentes, en los últimos días Podemos ha querido dejar su impronta. Al igual de Yolanda Díaz le ha dicho a Felipe VI que el acuerdo de investidura no está cerrado (aunque ya se esté hablando hasta del reparto de ministerios), en Podemos han empezado a disparar su última bala. Vuelven a la carga para recuperar a Irene Montero para el Ministerio de Igualdad y recalcan que sus propuestas sociales deben incorporarse al acuerdo.
Difícil lo tienen porque Sánchez se ha empeñado en que el ministerio de Igualdad sea ocupado por algún representante del PSOE, pese a ser el ministerio estrella del que Podemos se siente más orgulloso, pese al tropiezo de la Ley del ‘sólo sí es sí’.
Podemos ha perdido diputados, muchos. Pero también saben que sus 5 diputados son tan necesarios como el resto de los partidos con los que Sánchez está negociando. Si ellos votan en contra, Sánchez no sale. El problema es que mientras tienen que debatir su futuro, como les ha dicho Alejandra Jacinto, deben reinventarse, cambiar el organigrama y refrescar sus propuestas. La pregunta es ¿podrán emprender tan importante trabajo siendo responsables de que se deben repetir las elecciones? Aún más, ¿si se repiten elecciones el 14 de enero, podrán mantenerse? El 23J las urnas ya le dieron un ultimátum. Tal vez si llega a haber un 14E podría ser su fin.